La historia de Yeison López refleja la resiliencia que caracteriza a muchos deportistas colombianos. Nacido en Istmina, Chocó, se vio forzado a abandonar su hogar desde muy joven debido al conflicto armado que envolvía a su comunidad, enfrentando amenazas de paramilitares, guerrilla y ejército.
A los 13 años, el levantamiento de pesas entró en su vida casi por accidente. Acompañando a su primo a los entrenamientos, Yeison descubrió su talento natural para el deporte, demostrando desde el principio un gran potencial.
Sin embargo, no fue un camino fácil. Las dificultades económicas se convirtieron en uno de sus mayores desafíos; incluso, en ocasiones, le faltaba dinero para el transporte a los entrenamientos en Cali. A pesar de esto, su determinación por triunfar fue inquebrantable, y con el apoyo de algunos familiares, logró superar estos obstáculos. Lea: Atención: Yeison López logra medalla de plata en los Juegos Olímpicos
Su esfuerzo empezó a rendir frutos rápidamente. En 2016, se coronó campeón mundial júnior, y en 2017, en Malasia, consiguió tres medallas de oro en su categoría. No obstante, cuando su carrera estaba en pleno auge, un resultado positivo por boldenona lo llevó a una suspensión de cuatro años, un golpe devastador para cualquier atleta.
Lejos de rendirse, Yeison adoptó el espíritu de Goku, su apodo inspirado en el personaje de la famosa serie japonesa, y trabajó incansablemente para regresar más fuerte.
El pasado abril, en la Copa del Mundo de Tailandia, López estableció un nuevo récord mundial en la categoría de 89 kilogramos, levantando 182 kilogramos en el arranque. Este logro monumental le dio la confianza necesaria para encarar los Juegos Olímpicos de París 2024, donde consiguió la medalla de plata para Colombia en su categoría, con un total de 390 kilogramos (180 en arranque y 210 en envión). Esta presea se suma a las dos de oro, cinco de plata y tres de bronce que Colombia ha conseguido a lo largo de su historia olímpica.