Imane Khelif, la boxeadora argelina de 25 años, concluyó sus polémicos Juegos Olímpicos de París con una histórica victoria al coronarse campeona en la categoría de 66 kilos, tras derrotar en la final a la china Liu Yang en el emblemático escenario de Roland Garros. La medalla de oro obtenida por Khelif no solo representa un logro deportivo, sino también una respuesta contundente a la intensa controversia que ha rodeado su participación en estos Juegos.
Desde que se alzara con la victoria en una pelea que duró apenas 45 segundos, la atención del mundo entero se centró en Khelif, no solo por su desempeño en el ring, sino también por los cuestionamientos sobre su género debido a sus altos niveles de testosterona. Estos debates no comenzaron en París, sino que se remontan al año pasado, cuando Khelif fue descalificada del Campeonato Mundial de Boxeo en Nueva Delhi por la Asociación Internacional de Boxeo (IBA), una entidad dominada por Rusia. El organismo alegó que la boxeadora no superó una dudosa prueba de elegibilidad para competir en la categoría femenina. Lea: ¿Cuántas medallas han dado las pesas para Colombia en la historia de los Olímpicos?

La controversia se intensificó cuando el Comité Olímpico Internacional (COI) decidió prohibir permanentemente a la IBA de los Juegos Olímpicos, argumentando preocupaciones sobre su gobernanza y equidad competitiva. Thomas Bach, presidente del COI, defendió el derecho de Khelif a competir en París y calificó las críticas en su contra como un “discurso de odio”. “Tenemos una boxeadora que nació mujer, creció como mujer, tiene pasaporte como mujer y que luchó durante muchos años como mujer”, declaró Bach.
A pesar de las dudas y críticas, Khelif mantuvo una trayectoria impecable en París, sin perder un solo asalto en sus tres primeras peleas. En la final, su victoria sobre Liu Yang fue recibida con una ovación ensordecedora por parte del público parisino, que respaldó a la boxeadora argelina de principio a fin. Le puede interesar: Colombianos en Juegos Olímpicos: estos competirán el sábado 10 de agosto
El caso de Khelif trascendió las fronteras del deporte cuando figuras como el expresidente estadounidense Donald Trump y la autora J.K. Rowling emitieron opiniones críticas sobre la competencia entre hombres y mujeres en el deporte, generando aún más especulaciones y debates. Incluso la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, se unió a la controversia, apoyando públicamente a la rival de Khelif, Angela Carini, quien abandonó su pelea contra la argelina tras recibir una serie de golpes en menos de un minuto.
Sin embargo, el viaje de Khelif en estos Juegos terminó de la mejor manera posible: con una medalla de oro y la aclamación de sus compatriotas en las gradas de Roland Garros, quienes celebraron su victoria al ritmo de la música argelina. Con esta victoria, Imane Khelif se ha convertido en la segunda boxeadora argelina en ganar una medalla de oro olímpica, siguiendo los pasos de Hocine Soltani, quien lo logró en 1996. Siga leyendo: La dedicatoria de Mari Leivis Sánchez tras ganar la medalla de plata en París
Mientras el himno de su país resonaba en el icónico recinto deportivo, Khelif salió a hombros del ring, llevando consigo no solo el peso de la medalla, sino también el de una lucha que va más allá del deporte, una lucha por la dignidad y el reconocimiento en un mundo que sigue cuestionando su identidad.