Le tocaba irse y devolverse a pie para entrenar, lo hacía casi todos los días de La Esperanza a la Pista de Atletismo en la Unidad Deportiva, situada contigua al barrio Olaya Herrera. El dúo maravilla de Alcaraz y Nadal dijo adiós a los Juegos Olímpicos
“También me tocaba en ocasiones pedir plata en las calles porque el cansancio no me daba para regresarme caminando, a veces conseguía y tomaba una buseta”, recuerda el cartagenero Geiner Moreno, la única carta de Cartagena y Bolívar en los Juegos Olímpicos que se realizan en París.
El atleta, que se especializó en salto triple, jugó futbol en un principio, pensando en convertirse en el nuevo Falcao García, romper redes, para a punta de goles ser figura del fútbol colombiano.
“Mi mamá (Didiana Isabel Chiquillo) me castigaba, me regañaba, me decía que no tenía derecho a salir y yo me escapaba para el campo de fútbol, sentía de niño que eso era mío, de verdad que sí”, recalca Moreno, quien se crio en el sector de El Hoyo de este popular barrio de Cartagena, en donde no es fácil salir adelante y hay que hacerle el zig zag a la violencia, drogadicción y alcoholismo, que hacen parte del diario vivir de los residentes de esta vecindad.
Llegó al atletismo a los 14 años. “Al principio no me gustó mucho, pero se despertó un interés especial en mí apenas comencé a saltar. Todo lo que hago lo hago pensando en mi mamá, quiero regalarle una casa a mi vieja”, resalta.
El pasado 24 de junio cumplió 24 años.
Todo un ganador
Fue campeón por Bolívar en los Juegos Nacionales en 2023 y 2019. También suma marcas y títulos internacionales, que lo llevaron a conseguir en cupo a las justas de París.
Su carrera ha estado llena de dificultades, de sacrificio y de mucho amor y pasión por lo que hace.

Un deporte duro
“Todos los deportes son duro, el atletismo no es la excepción, es un deporte de tiempos y marcas, hay que dedicarse de lunes a lunes, ser muy disciplinado, con entrenos entre las 6 y 8 horas diarias, dependiendo a la temporada en la que te encuentres”, recalca Moreno Chiquillo, quien llegó a París este lunes cargado de optimismo, confianza y mucha felicidad.
Siempre honrando a su madre
En su mente solo pasa saltar bien para alegría de su madre. “Mi mamá es mi inspiración, la persona que me ha mantenido en pie de lucha, a hecho todo por mí y quiero retribuirle tanta dedicación y cariño con una casita”, sostiene.
Nunca ha bajado los brazos
La justa olímpica de Tokio se le escapó por muy poco, él nunca bajó los brazos y entrenó fuerte para estar presente en Francia. Al bajarse del avión en París, Geiner respiró profundo, sintió mucha satisfacción y recordó todo lo que tuvo que vivir para alcanzarr el cupo a la cita olímpica.
“Estar en unos Juegos Olímpicos es lo máximo, si Dios me permite ganar una medalla sería la cereza en el postre”, afirma.

Sencillez a toda prueba
Es un pelao humilde, sencillo, buena gente, siempre está dispuesto para su familia, entrenadores, amigos y hasta la prensa en general.
“A los chicos les digo que trabajen duro, que sueñen en grande, pese a que haya muchos obstáculos y dificultades uno puede salir adelante, nunca se rinden”, agrega.
Su primaria la realizó en la Institución Educativa la Victoria y el bachillerato en Jorge Argel Fe y Alegría. Hizo estudios de Contaduría Pública y de actividad física.
Un sueño a futuro
“Cuando termine el deporte activo me gustaría tener mi propia escuela para que el atleta disfrute de este deporte y con mis conocimientos poder llevarlo a la élite del mundo”, termina.
Listo para la gran cita
Pero antes tiene una cita, la más importante de su vida en su carrera deportiva. Este miércoles 7 de agosto, a las 12:15 del mediodía, su corazón latirá a mil por hora, la adrenalina se le disparará al máximo nivel y sus ojos brillarán a plenitud.
Geiner deberá saltar por encima de 17, 30 para aspirar a un diploma olímpico, algo que sería maravilloso para el atleta cartagenero.
El dato
Es el tercer atleta colombiano en competir en la modalidad de salto triple en unos Olímpicos detrás de Catherine Ibargüen y Jhon Murillo.