El Borussia Dortmund se enfrenta a un peculiar dilema financiero en la próxima final de la Champions League contra el Real Madrid en Wembley. Aunque la pasión y el deseo de levantar su segundo título europeo son claros, la situación económica detrás del encuentro añade una capa de complejidad al evento.
Si el Real Madrid, con su reciente adquisición Jude Bellingham, gana la Champions, el Dortmund recibirá una suma considerablemente mayor que si ellos mismos ganaran el torneo.
Bellingham, quien fue transferido del Dortmund al Real Madrid por una cifra récord de 103 millones de euros, dejó en su contrato varias “variables”. Estas cláusulas estipulan pagos adicionales por logros específicos, como la obtención de la Champions League. Si Bellingham y el Real Madrid levantan la ‘orejona’, el equipo español deberá pagar 25 millones de euros adicionales al Dortmund. Lea aquí: El offside del Bayern, otra polémica para el árbitro que dirigió la final del Mundial
Esto se suma a otros bonos relacionados con el rendimiento del jugador, como una cantidad esperada de goles y la posibilidad de ser nombrado uno de los mejores jugadores del torneo. Incluso los premios por avanzar a las etapas finales y el premio para el subcampeón podrían sumar alrededor de 40 millones de euros para el Dortmund, en caso de que el Real Madrid gane.
Por el contrario, si el Borussia Dortmund se alza con el trofeo, el premio monetario que recibirán por ser campeones es de 20 millones de euros. Esto significa que, solo en términos de las variables de Bellingham, los alemanes perderían unos 5 millones de euros si ellos mismos se consagran campeones.
A pesar de estos números, el equipo alemán se mantiene firme en su objetivo de ganar la Champions por segunda vez en su historia. La pasión de los hinchas y el espíritu competitivo seguramente pesarán más que las consideraciones financieras cuando el Dortmund salga al campo en Wembley. Le puede interesar: Europa League: Bayer Leverkussen empata con Roma, pero va a la gran final
Los aficionados, conocidos como el ‘muro amarillo’, están más emocionados por la posibilidad de ver a su equipo levantar la copa una vez más, que por las implicaciones económicas del partido.