El sueño grande de un atleta humilde

“El que tiene fuerza de voluntad lo logra todo”. Parece una frase de cajón, pero es una realidad que mueve a Géiner Moreno a no desfallecer y seguir luchando por cumplir sus sueños, pese a la adversidad.

El atleta cartagenero, actual campeón nacional en triple salto, es el claro ejemplo de disciplina, perseverancia, humildad, trabajo y deseos de superación. Lea aquí: Dominicano Brayan Bello firma acuerdo de 6 años y 55 millones con Medias Rojas

Nació en el barrio La Esperanza, sector El Hoyo, donde la vida es difícil por los diversos fenómenos sociales negativos que se presentan, pero que no han sido obstáculo para que sea un deportista con los pies en la tierra y con deseos de salir adelante. Quiere ser un ejemplo para los niños que crecen en ese sector. Enseñarlos a que si hay fuerza de voluntad todo se puede lograr.

El medallista nacional, panamericano y suramericano tuvo que suspender por una semana sus entrenamientos debido a una molestia. Eso le ocasionó un retroceso en su preparación de cara a conseguir su cupo a los Juegos Olímpicos de París 2024.

Fue sometido a fisioterapia y tuvo que sacar dinero de su propio pecunio para afrontar este inconveniente. Por eso, hizo un llamado a las autoridades del deporte a que lo ayuden a fin de recuperarse y poder hacer posible su sueño de ir a unos Juegos Olímpicos.

El tiempo está corriendo y no ha podido estar en los últimos torneos clasificatorios. El más reciente tuvo lugar en Londres hace unos días.

Guarda la esperanza que se pueda recuperar plenamente y acudir a los eventos restantes antes de las justas en París. A pesar de los inconvenientes es muy optimista y dice que en caso de conseguir el cupo dará todo de sí por alcanzar una medalla olímpica para Colombia. Lea aquí: Mujer denuncia violación por 4 jugadores de Vélez y el club argentino los separa del plantel

Gracias a Dios esta semana regresó a entrenamientos y espera recuperarse plenamente.

¿Como va el sueño e ir a los Juegos Olímpicos de París?

-Estoy clasificado a los Juegos Olímpicos. No pude ir en días pasados a Londres por una molestia que tengo en el isquiotibial derecho. Estoy en recuperación y no he podido entrenar en la mejor forma. Para asegurar el cupo tengo que competir. Además, los apoyos no están llegando, por eso pido ayuda. Ahora mismo mi cupo está en peligro si no compito. Se me ha complicado entrenar en Cartagena porque la carrilera de la fosa es muy corta.

¿El sueño de ir a los Olímpicos lo ve complicado?

-No. Yo he ido a tres mundiales y con las uñas voy porque voy.

¿Cuáles son las perspectivas de medallas?

-Lo que he aprendido es que en cada competencia es incierta. Hay muchos saltadores que esperan ‘la papaya’ y si uno está en condiciones lo puede lograr.

¿Es optimista?

Si. En los Panamericanos en Costa Rica tuve un mes lesionado y luego obtuve la medalla de oro. Tengo mucha fe.

¿En qué barrio creció usted?

-Yo nací en el barrio La Esperanza, sector El Hoyo. Es un barrio bastante alegre, pero ha tenido una mala imagen.

¿Cómo está conformada su familia?

-Bueno, ahora mismo yo vivo solo con mi mamá. Somos cuatro hermanos, tres varones y una hembra. Yo soy el último. Mi mamá es madre y padre, pues mi papá nunca tuvo que ver con nosotros.

¿Cómo fue usted de niño en su barrio?

-Era un niño alegre y juguetón. Disciplinado, jugaba fútbol y voleibol en las calles. Siempre haciendo actividad física.

¿Cómo llega al atletismo?

-Por intermedio de Geison Lozano, mi exentrenador.

¿A los cuántos años comenzó en este deporte?

-A los 14 años.

¿Cómo fue ese proceso en el atletismo?

-Comencé a entrenar en la pista y cuando pasó un año y los resultados se me estaban dando me empezó a gustar. Me enfoqué y me di cuenta que esto sería lo que me podría sacar adelante. Y, bueno, hoy he logrado lo que actualmente he tenido.

¿Qué modalidades hizo a sus inicios?

-Tres: 100 metros planos, salto largo y salto triple. Después pasaron los años y el profesor se dio cuenta que el salto triple era mi fuerte. Ahora me enfoco también en el salto largo.