Cartagena es la casa de muchos bailarines de break dance, pero no su hogar. Desde inicios de los 2000 la ciudad ya contaba con b-boys (como se les conoce a los bailarines de breaking) y, al igual que hoy en día, el lugar más común que tienen para exponer su arte, son las calles.
Si bien el break dance estará en los Juegos Olímpicos de París 2024, lo que lo hace un deporte, en Cartagena quienes lo bailan se sienten menospreciados. Y aunque el breaking es un movimiento cultural de talla mundial, los exponentes locales no suelen ser vistos como los artistas que son. Son bailarines que, acostumbrados al rebusque con su arte, ven en el deporte una oportunidad de dignificar su trabajo.

Rebelion Crew y Nelson Maturana, líder de Team Cartagena, aseguran que son conscientes del legado que cargan a sus espaldas y del que están orgullosos, porque más allá de ver el breaking como una fuente de ingresos, buscan crear y repartir esa cultura, que a muchos de ellos los llevó no solo a bailar, sino a vivir bajo la filosofía del breaking, que al ser parte del Hip Hop, representa libertad.
“Si el break se acaba en Cartagena, no pasa nada. Todo sigue igual, por eso nosotros aunque no somos escuela, recibimos a todos los que podamos y los enseñamos así como nos enseñaron a nosotros”, asegura Mariano Villadiego, de Rebelion Crew. Por su parte, Nelson Maturana, junto a Gravity Crew y Team Cartagena, los grupos a los que pertenece, y que tienen más de 15 años de existencia, se consideran una academia que aun sin títulos oficiales, poseen decenas de bailarines formados en su escuela y desean mantenerse así por más tiempo.
Trámites para ser deporte
En trámites para ser reconocidos como clubes deportivos se encuentran Gravity, Black rebelión y Revelación Family; para luego fundar La Liga de Breaking de Bolívar y así, poder tener, por qué no, un representante por Colombia en unos Juegos Olímpicos. Para dicho logro solamente les faltan los trámites correspondientes, pero siendo el breaking un espacio recreativo para jóvenes, que además es una excelente actividad física, contar con el respaldo de entidades locales y gubernamentales, haría de Cartagena el hogar que los b-boys y b-girls merecen.