Luis De Ávila estuvo imbatible el domingo y lo ha sido desde hace algún tiempo; de hecho, hay que remontarse al 7 de julio para encontrar la última vez que permitió un hit, según describió el periodista Brendan Samson, en el portal de la MLB.
El prospecto No. 28 de los Bravos hizo su segunda apertura consecutiva sin hits para Double-A Mississippi, estuvo seis entradas sin permitir imparables y llevó a los Bravos a una victoria de 3-1 sobre los Tennessee Smokies.
A medida que avanzaba el juego, De Avila se volvió cada vez más dominante, abanicando a un par de bateadores tanto en la quinta como en la sexta entrada, totalizando ocho ponches en el día. Lea aquí: Harold Ramírez no puede batear de hit, pero los Rays de Tampa ganan
“Hace muy buenos ajustes”, dijo Bo Henning, entrenador de lanzadores de Mississippi. “Eso es lo que lo hace tan bueno, no darse por vencido y volver al conteo y recibir roletazos”.
El comienzo no es solo un trato de una sola vez. El nativo de Colombia no ha permitido un hit en la friolera de 11 entradas consecutivas. La racha es una buena recuperación después de que permitió seis carreras en solo cuatro entradas de trabajo el 7 de julio.
El arsenal de De Ávila incluye una bola rápida de cuatro costuras, una bola rápida de dos costuras, una sinker, una curva y un cambio. El domingo, sus lanzamientos fuera de velocidad funcionaron a la perfección, ya que abanicó a siete de ocho bateadores con la curva o el cambio.
“No es un tipo que tenga un alto porcentaje de strike, pero lo que hace tan bien es su pelota, su doble costura, su cambio y su curva, y luego agregar un control deslizante lo hace aún más impredecible”, dijo Henning. “Su índice de roletazos es tan alto que cuando simplemente pone la pelota en el plato, obtiene una gran persecución”.
La primera apertura sin hits de la racha del zurdo llegó el 16 de julio, contra los Chattanooga Lookouts. De Ávila lanzó cinco entradas, anotó seis tiros y, por supuesto, permitió cero hits en la victoria de Mississippi por 8-0.
Las dos aperturas combinadas producen una línea estadística impresionante de cero hits, cero carreras, cinco bases por bolas y 14 ponches en 11 entradas lanzadas. El éxito reciente es un crédito para su presencia imperturbable en el montículo.
“Su actitud despreocupada y sin pánico es definitivamente única cuando se preocupa por el juego, pero nunca se asusta demasiado, se pone demasiado nervioso, demasiado apresurado, demasiado grande para cualquier situación”, dijo Henning. “Es genial verlo”.
En 17 aperturas esta temporada, De Ávila tiene efectividad de 3.04 y WHIP de 1.25, que sin duda mejoró gracias a sus últimas dos salidas.