Andrés Escobar Saldarriaga no solo era un extraordinario futbolista –técnico, elegante, táctico y disciplinado– sino también un ser sensible, observador, reflexivo y dotado de un saber poco frecuente entre nuestros deportistas.
La entrevista a “El Calidoso” (1991) hizo parte de una serie con futbolistas y técnicos antioqueños, inspirada en la metodología de la historia de vida y orientada a mirar integralmente a quienes en los años 90 encarnaban el proyecto renovador del fútbol colombiano. Lea también: Piloto holandés de 18 años muere tras accidente en circuito Spa-Francorchamps
En su testimonio para el libro Una gambeta a la muerte (1994), Andrés Escobar prodigó sabiduría y, dolorosamente contrario al final que tuvo, afirmó que “lo lindo del fútbol es que en él no matan a nadie”.
Aquí, apartes de las reflexiones del jugador antioqueño que fue asesinado en Medellín el 2 de julio de 1994, hoy hace 29 años.
Las reflexiones de Andrés
“Yo diría que el barrio ha influido en mi forma de jugar el fútbol porque en él uno aprende muchas cosas. Aparte de la educación que a uno le brindan en la casa, uno aprende a relacionarse, a escoger los amigos.
... Ídolo para mí es la persona que tiene el carisma, que tiene una imagen, que es el ejemplo para niños y grandes, que es la persona que siempre crea las expectativas mayores.
... Lo mío con el fútbol no es más por profesión que por diversión porque si fuera por profesión... Yo le pongo un ejemplo claro: en Suiza yo me ganaba más plata que la que recibo en Colombia; sin embargo, prefiero ganarme menos plata aquí en el país, pero jugando con alegría, estando contento, y yo creo que eso es lo más importante.
Yo juego porque me gusta mucho, el día que no me nazca jugar fútbol y que no juegue con alegría, mejor no juego más. Todavía siento alegría por jugar porque me gusta entrenar, me gusta trabajar, me gusta divertirme, en los entrenamientos río y no me dedico solamente a trabajar.
El fútbol me acerca al mundo. Yo creo que me acerca porque el fútbol como espectáculo, como afición, como juego va a estar siempre rodeado de muchas personas que trabajan en muchas cosas, que viven de otras cosas...
Yo diría que con el fútbol queda demostrada la estrecha relación existente entre la vida y el juego. Y en el caso personal es cierta esa afirmación de que como uno vive, juega. Si vos tenés una vida desorganizada, yo digo que en la cancha sos un desorden, sos un desastre. Lea también: Tour de Francia: Víctor Lafay ganó la segunda etapa
Así como es la magia, así de difícil es para contestar, sobre todo si se relaciona con el fútbol. La magia es una mentira o un engaño. No sé, algo que uno ve y no ve al mismo tiempo. La magia es algo pasajero, algo como muy efímero.
El fútbol tiene magia, atracción, y todos en mayor o menor medida estamos impregnados del fútbol. La magia tiene un secreto, tiene como un estilo, un orden, tiene como algo y es como esa alegría que hay para jugar...
En el fútbol, a diferencia de lo que ocurre en el toreo, no matan. En el fútbol, jugando, no matan a nadie. Es más de alegría, de diversión, y mientras exista eso la gente va a estar contenta y ahí está el credo”.
Colaboración especial de Gonzalo Medina, escritor y periodista.