Dumas Guette Olasteaga nació el 4 de mayo de 1952 en el barrio La Mochila del municipio de Campo de la Cruz, al sur del departamento del Atlántico. Su padre, quien tenía el mismo nombre y doña Palmira Olasteaga, su madre, jamás pensaron que su hijo 20 años y 114 días después, estaría en unos Juegos Olímpicos representando a Colombia.
Fue junto a Clemente Rojas, Helmut Bellingrodt y Rafael Reyes la cuota del Atlántico en Colombia en las olimpíadas de Múnich. Pero Dumas para llegar a suelo alemán tuvo que luchar y ganarse un puesto, primero en la vida y luego en el deporte. Lea aquí: Tragedia en el fútbol: 12 muertos y 100 heridos deja estampida en un estadio
Fue el único varón de los seis hijos del señor Dumas y la señora Palmira. A los pocos años de nacido su padre le tocó salir con la familia de su pueblo a trabajar a la Zona Bananera, más concretamente a Guacamayal, Magdalena. Allí estudió la primaria y también aprendió a dominar el balón con gran destreza. No era muy alto, pero sí de buena contextura física y de mucha fuerza y potencia. Tal vez adquirida por el potasio del guineo que consumía. Se destacaba entre los que jugaban en las calles polvorientas de Guacamayal. Allí estuvo hasta los 13 años, cuando terminó la primaria. Su padre quería que estudiara bachillerato y regresaron a Campo de la Cruz.
Los estudios los compartía con el fútbol. En Campo jugó en los equipos Creditario, después pasó al Sutatenza y al Taller de la Rosa. “Como el profesor Heberto Polo me vio condiciones y junto a otros muchachos nos llevó a Barranquilla para que nos probaran en Junior, pero allí ni nos vieron siquiera y nos regresamos”.
Como el profesor Polo conocía a Marco Coll, técnico de las selecciones Atlántico, le dijo que probara a unos muchachos del pueblo. El entrenador aceptó. “Pero muchas veces yo iba solo, porque desafortunadamente los otros muchachos no contaban con el apoyo económico de sus padres, el mío buscaba por donde fuera para que viajara a Barranquilla. Su apoyo fue fundamental. Incluso, muchas veces la plata que era para la comida de la casa me la daba para que viajara”.
Ahora a sus 71 años, vive en el corregimiento de Algodonal, jurisdicción de Santa Lucía, a pocos minutos de Campo de la Cruz. Representó al Atlántico en todas las categorías jugando como lateral derecho, incluso, sin tener la edad para jugar, lo hizo en la categoría de mayores.
También representó a Colombia en el Suramericano Sub-18 de Paraguay siendo técnico López Frettes. En 1972 lo reclutó el Deportes Tolima. Y su calidad permitió que el técnico Toza Veselinovic lo convocara a la Selección Colombia que iría a los Juegos Olímpicos de Múnich. En esa selección compartió, entre otros, con Silvio Quintero, ‘La Coneja’ Acosta, ‘La Mosca’ Caicedo, Willington Ortiz, Ernesto Díaz, ‘Tumaco’ González, Jaime Morón, ‘El Alemán’ Moncada, Rafael Reyes y demás.
-Jugamos tres partidos: ganamos uno y perdimos dos. Nos tocó con Alemania, Polonia y Ghana. Nos jodieron con goleadas los primeros y derrotamos a Ghana.
Cuando regresó de las olimpíadas siguió jugando en el Deportes Tolima. Allí estuvo durante 1972, 1973 y 1974 y luego pasó a Millonarios en 1975. “Después me prestan al Medellín, jugué dos años (76 y 77) hasta cuando me friego la rodilla”. Recuerda que esa mañana se quedó dormido porque pasó la noche en el hospital acompañando a su hija de meses de nacida porque se había enfermado. Llegó tarde al aeropuerto, pero pudo viajar a Bogotá.
“El técnico era ‘Caimán’ Sánchez y me preguntó si quería jugar y le respondí que sí. Y ese día me jodo la pierna en un balón que disputaba con Miguel Ángel Converti. No creo que haya habido mala intención. Él era un jugador potente, que te tiraba el balón con fuerza y potencia trataba de superarte. Tiró el balón y los dos salimos a buscarlo y como la cancha estaba mojada a los defensas nos tocó jugar con taches altos. El zapato se enterró y me rocé con Converti. Sentí la rodilla traquear y de ahí vino la lesión que poco a poco me sacó del fútbol”, recuerda.
En 1977 se retiró definitivamente del fútbol. ¿Fue por la lesión?
-Yo me retiré a los 25 años. Me jodí en plenitud de mis condiciones. Me vine para Campo de la Cruz, pero me estaba comiendo el poquito dinero que había ganado y me fui para Venezuela a trabajar. Allí estuve durante más de 40 años.
De la lesión le quedó una protuberancia en la rodilla izquierda, una bola grande. Le han hecho biopsia, tomografía y resonancia. Lo mandan al oncólogo, al ortopédico y las citas son cada tres meses. “El ortopédico me dijo que me iba reducir la bola que tengo con quimioterapia. Las empecé e hice dos ciclos, pero el medicamento es muy fuerte y me deja sin ganas de comer y con fiebre”.
Hoy vive de lo poco que gana su esposa. Se cansó de luchar. Solo espera que lo que dio al fútbol, el fútbol se lo retribuya. Espera ayuda de la Federación Colombiana de Fútbol, del Ministerio del Deporte para tener una vejez digna. “Si en realidad se puede hacer algo, de caridad, les pido que me ayuden. En estos momentos vivo de lo que haga mi mujer”.
