El mundo del ciclismo todavía está desconcertado ante la aparición del COVID-19.
Y ruega que no haya más contagios para que no se presente una desbandada.
El pelotón de la 106ª edición del Giro de Italia descansó este lunes tratando de digerir la noticia del abandono por el positivo en COVID-19 del belga Remco Evenepoel, quien ganó la crono el domingo y había recuperado el liderato.
Ante la partida de Evenepoel, la ronda itálica está abierta con los cinco primeros corredores de la general a menos de un minuto. El nuevo líder del Giro es el británico Geraint Thomas, quien fungía como segundo, a solo dos segundos del belga.
La carrera partirá este martes en la 10ª etapa con un panorama diferente, con Thomas, vestido de rosa y a solo dos segundos está el esloveno Primoz Roglic (Jumbo Visma), quien ahora con la salida del llavero de Evenepoel retoma con más fuerza el rótulo de favorito para la victoria final.
Thomas, campeón del Tour de Francia de 2018 y subcampeón en el 2019 cuando Egan Bernal se coronó vencedor, será su gran rival.
La escuadra Ineos está motivada porque además del liderato de Thomas tienen a otro corredor de kilates en el tercer lugar de la tabla de posiciones, el inglés Tao Geoghean Hart, campeón del Giro en el 2020, a solo cinco segundos de su compañero de escuadra . A 22 está el portugués Joao Almeida.
Pero el COVID-19 también envió para su casa al colombiano Rigoberto Urán, quien fue el primero que dio el domingo la noticia que se retiraba por el contagio. Luego, entonces, Colombia se queda con solo tres corredores, Santiago Buitrago, Einer Rubio y Fernando Gaviria.
La jornada del martes será de 196 kilómetros, con dos premios de montaña, pero los últimos 100 kilómetros serán en terreno plano, plato de los esprinter. La pregunta es ¿podrá Fernando Gaviria entregarle el primer triunfo de etapa a Colombia? Ojalá y sí.
Roglic dijo que “el Giro apenas comienza, cada etapa será crucial”.