Esta vez el dogout de Colombia reflejaba una tristeza total. Ese es el deporte, unas veces se gana y otras se pierde.
La derrota inesperada 7-5 ante Gran Bretaña fue un duro golpe para Colombia, en el segundo juego en el Clásico Mundial de Béisbol por el Grupo C, con sede en Phoenox (Arizona). Lea aquí: Clásico Mundial de Béisbol: Las 5 razones por las que perdió Colombia
Colombia pasó de la algarabía por el triunfo en el debut ante México a la preocupación que ocasionó el revés frente a Gran Bretaña, que lo dejaron sin margen de error para poder clasificar.
Jolbert Cabrera, mánager de Colombia, aseguró que; “Pudimos anotar más carreras, poner la bola más en juego, hubo inings en los que debimos anotar y también dimos muchas bases por bolas, no fuimos consistentes lanzando strikes”.
Sabe que dieron papaya, que le dieron vida a un rival, que aprovechó el mal accionar de los lanzadores de Colombia para montarse en el juego.
“Equipos como Gran Bretaña si tú no los mantienes cerca en el juego al final te lo embolatan. Desafortunadamente para nosotros el pitcheo en la mitad del juego nos tiró muchas bolas y no pudimos mantenerlos a ellos afuera de las bases”, recalcó.
Cuando no se gana es porque algo se dejó de hacer bien. “No ejecutamos, tuvimos chances y no pudimos hacer más carreras y al final es lo que nos terminó matando. Todavía hay mucha tela por cortar, es una derrota difícil y que duele, pero ya estamos pensando en Canadá, hay que lograr ahora un triunfo en ese juego”.
Las posiciones amanecieron así: Estados Unidos, primer lugar, con 2 ganados y 1 perdido; le sigue Canadá, con 1-1; después Colombia, con 1-1; México, con 1-1 y Gran Bretaña, con 1-2. Los dos primeros lugares clasificarán a la segunda ronda.
Hoy jugarán Canadá-Colombia (2 de la tarde) y Gran Bretaña-México.
La otra jornada de este grupo será el miércoles y tendrá a Colombia contra a Estados Unidos (9 p.m.) y México-Canadá.
Colombia debe ponerse pilas o de lo contrario deberá decirle adiós al Clásico Mundial.
Se espera que los muchachos den un paso al frente hoy heridos en su orgullo de perder un juego que nunca debieron perder. ¡Sí se puede levantar cabeza!