En la adversidad es que se conoce el temple de la persona. Y más cuando son mujeres guerreras, golpeadas por esa terrible enfermedad que es el cáncer.
Dios las guía, son sobrevivientes, para ellas no hay obstáculos, viven su vida feliz y ahora con más amor, ya que han encontrado en el deporte la mejor forma de vivir la vida y ser ejemplo para el mundo. Le puede interesar: Video: futbolista profesional muere en medio de un partido
Catorce deportistas, remadoras, sobrevivientes de cáncer de mama residentes en Cartagena, están listas para representar a Colombia en el Campeonato Panamericano de Botes Dragón, que se realizará en la ciudad de Panamá, del 16 al 19 de marzo del 2023.
El equipo femenino participará en el certamen de bote dragón en la categoría Sobrevivientes de cáncer de mama. Le puede interesar: Video: niño sobreviviente del terremoto en Siria conoció a Cristiano Ronaldo
No tiene dinero, pero siguen remando en la vida para ondean la bandera de Colombia, con orgullo y satisfacción. “La vida es hermosa, vamos pa’ lante, nos faltan algunos recursos, estamos tocando las puertas de las empresas de Cartagena”, asegura Luz Myriam Capera, quien entrena con sus compañeras en la laguna de San Lázaro.
Ellas, Carolina Posso, Belia Pérez, Luz Myriam Capera, Marivel Guerrero, Mara Cabrales, Kyara Herrera, Tais González, Sandra Encinales, Sandra Villamil, María Concepción Díaz, Alba Herrera, Luz Marina Hernández, Rut Elizabeth Ortiz y Miledis Licona, integran el seleccionado de Colombia para enfrentarán otro obstáculo y rebasarlo.
Al magno evento competirán en distintas categorías ante representantes de más de 10 países, entre ellos Argentina, Bahamas, Brasil, Canadá, Estados Unidos, México, Panamá, Puerto Rico, y Trinidad y Tobago.
La historia
Dragón Boat, o remo en bote dragón, es una práctica deportiva científicamente validada, en febrero de 1996, por el doctor Mackenzie MD, quién lideró la formación de un equipo para mujeres con antecedentes de cáncer de mama. Demostró en estudio clínico los beneficios de la terapia física para la musculatura implicada en el tratamiento de la enfermedad, así como la prevención o disminución de riesgo de desarrollar linfedema o mejorar esta condición producto del tratamiento; encontrando además los beneficios como apoyo psicosocial y bienestar general.