Se fue otra gloria del béisbol colombiano. Descansó en paz y partió hacia el cielo Ernesto José Jiqui Redondo, campeón con la selección Colombia de béisbol en la Serie Mundial de 1947.
Falleció de un paro respiratorio en el Hospital Universitario. Tenía 97 años.
Su primer equipo fue las Estrellas de Manga, bajo la dirección de Guillermo Ahumada.
Después pasó al San Diego, dirigido por el Capi Castillo, para luego jugar con Getsemaní, el barrio donde nació.
En 1945 integró la selección Colombia para los Juegos Centroamericanos, junto a Ramón “Varita” Herazo, Armando Niño Bueno Crisón, La Chiva Ramírez, Leonardo Ramírez, Dagoberto “Ronquecito” López y Kike Hernández.
Inició como lanzador, tanto que en la Serie Mundial de 1947, fue campeón como lpitcher, pero había mucha competencia con el Venao Flórez, el Policía Peñaranda, el Flaco Herrera y Kike Hernández; por lo que un año después pasó a ser catcher, en donde se desempeñó con lujo de detalles.
En su recorrido como profesional jugó 9 meses en Nicaragua con Chita Miranda, después tres veces en los Estados Unidos: en Tampa, en Salt Lake y en Carolina del Nort. Todo en Clase A.
Su calidad en la receptoría la representaba el gran brazo que tenía. Según los entendidos de esa generación, incluido Redondo, no llegó nadie a Grandes Ligas porque llegaron con edad avanzada a competir en torneos en los Estados Unidos.
Como entrenador Jiqui Redondo fue asistente de Manía Torres en la selección juvenil de Bolívar y también trabajó un tiempo en El Terminal, durante 12 años fue el jefe del estadio 11 de Noviembre, hoy denominado Abel Leal. Se casó con Leyla Méndez y tuvo 7 hijos, cinco varones y dos mujeres. Vivió durante aproximadamente 40 años en Blas de Lezo.