Hace 73 años (1947) se produjeron varios hechos que cambiaron la vida de los norteamericanos.
Primero comenzó la guerra fría entre Estados Unidos y Rusia luego del triunfo en la Segunda Guerra Mundial. Segundo se produjo el rumor que la Fuerza Aérea norteamericana encontró un ovni (objeto volador no identificado) en Nuevo México y por último el más relevante para el deporte, el año en que llegó a las Grandes Ligas Jackie Robinson, el primer afroamericano en jugar en el mejor béisbol del mundo.
La llegada de Robinson a las Mayores lo cambió todo. Fue el primer paso para la desegregación de la pelota en Estados Unidos y el comienzo del movimiento de derechos civiles en ese país después de la guerra.
Fueron años difíciles para Robinson, pero tuvo un ángel de la guarda que lo animó a no desfallecer.
Sí señores. Fue el dueño del equipo los Dodgers de Brooklyn, Branch Rickey, quien lo contrató y creyó en él ciegamente. Rickey se echó muchos enemigos encima, pero su decisión se mantuvo firme contra viento y marea.
La clave fue la tolerancia y paciencia que debería tener Robinson cuando fuera insultado y discriminado por la gente a donde llegara.
Rickey le aconsejó a Robinson que nunca se defendiera ni tomara represalias contra los que se metieran con él.
Allí radicó la victoria del moreno jugador, quien a base de batazos, atrapadas y robos de base fue demostrando su valía en los estadios estadounidenses. Se enfrentó a toda una nación y salió victorioso.
En su primera temporada, Robinson, de 28 años, brilló con luz propia a pesar de jugar en una posición en la cual no se sentía cómodo. Robinson siempre actuó en la segunda base, pero en esa posición estaba uno de los mejores jugadores del equipo Eddie Stanky.
En esa temporada fue Novato del Año, impulsó 48 carreras, bateó para .297 y a la defensiva tuvo un promedio de .889 en 153 juegos.
Robinson poco a poco se fue ganando el aprecio de su compañeros de equipo.
El que más lo apoyó fue el paracortos Pee Wee Rease, quien ejercía como capitán de la escuadra.
Jugó durante 9 temporadas, promediando .311 de por vida, conectó 1.518 hits en 4,887 turnos al bate. A la defensiva tuvo promedio global de .983 jugando en varias posiciones y solo cometió 16 errores en 1,441 lances.
En 1955 Robinson ayudó a su equipo a ganar la Serie Mundial contra los poderosos Yanquis de New York, siendo su único título mundial, además de seis títulos de la Liga Nacional. Al año siguiente se retiró.
Otro hecho histórico que se presentó en los Dodgers Brooklyn ocurrió el 17 de julio de 1957 cuando en el line-up de ese conjunto aparecieron más jugadores negros que blancos, algo nunca visto.
Ingresó al Salón de la Fama en Cooperstown en 1962. Su número 42 fue retirado en toda la Liga en 1997. Murió el 24 de octubre de 1972.
Todos los 15 de abril de cada año se celebra el Día de Jackie Robinson por ser la fecha de su debut en las Grandes Ligas.
Esto se instauró desde el 2004. Cinco años más tarde, las Grandes Ligas le solicitó a los equipos que todos los jugadores y todo el personal de campo lleven el número 42 durante los juegos programados en el Jackie Robinson Day.
Este año no se pudo festejar el Día de Jackie Robinson porque la temporada no ha comenzado a causa de la pandemia del coronavirus.