Eduardo Carrillo fue de esos jugadores que se “mataba en la cancha”, siempre dio el extra. Esa actitud fue la que se le vio en Real Cartagena, en donde se ganó el cariño de una parte de la hinchada y del periodismo local. Carrillo se desempeñaba como volante de primera línea y sus mejores años los vivió en el cuadro auriverde.
Este cartagenero nacido y criado en el populoso barrio de La Candelaria, para sorpresa de muchos aficionados, ya colgó los guayos. Con solo 27 años se dedica ahora a su familia y a sus proyectos.
-¿Qué andas haciendo ahora?
“Estoy dedicado a mi casa, a mis dos hijos, mi proyecto son mis hijos, que es lo que más quiero”.
-¿Por qué decidiste no seguir como futbolista profesional?
“Cuando regresé de Bolivia, me quedé esperando alguna oferta buena y no llegó. En Bolivia no fue una buena experiencia porque no pagaban y no quería repetir eso”.
-¿Qué piensas de este Real Cartagena?
“Tengo dos puntos de vista, uno como jugador y otro como hincha. Como jugador me parece un buen proyecto porque le están dando oportunidad a los jóvenes, a los jugadores de la ciudad. Como hincha pienso que esta ciudad exige un equipo competitivo, esta hinchada se merece lo mejor”.
-¿Es difícil triunfar cuando te crías en un barrio como La Candelaria?
-“Yo creo que es difícil, pues a veces te dejas absorber por las cosas que pasan en tu barrio, pero creo que también se puede salir adelante, aunque parezca difícil. Hay que enfocarse en los objetivos”.
Wílmar Barrios se crió en La Candelaria, ¿qué piensas de él ?

-“Es un gran ser humano, somos muy amigos. Yo creo que él está en el top cinco de los mejores volantes de primera línea en el mundo. Va a seguir creciendo con el paso de los días”.