Recuerdo que mi mamá administraba el kiosco del estadio de béisbol menor La Victoria ‘José Vargas’ de Barranquilla, y yo, que estudiaba periodismo en esa época, la ayudaba todos los fines de semana.
Allí comenzó mi pasión por el béisbol menor.
A comienzos de los 90, vi jugar desde muy niño a Jhonatan Solano, quien hace días anunció su retiro del béisbol como pelotero activo y manifestó su deseo que convertirse en instructor para poner al servicio de las nuevas generaciones sus conocimientos.
Jhonatan y su hermano menor Dónovan, también Grandes Ligas, ahora en los Gigantes de San Francisco, entrenaban con el Club La Victoria desde la categoría ‘tetero’. Sus padres Luis Solano y Miriam Preciado los llevaban al estadio del barrio La Victoria para que se formaran como peloteros, y ese esfuerzo fue recompensado en el futuro por estos dos grandes deportistas barranquilleros.
Los dos hermanos Solano poco a poco fueron aprendiendo a jugar pelota y se convirtieron en los referentes de ese club en las categorías menores.
Muchas personas que los vieron jugar desde muy niños dijeron que llegarían lejos y no se equivocaron. Lo demás es historia.
La disciplina de ambos y el deseo de superación los llevó a las Grandes Ligas. Primero llegó Dónovan, el menor, y después Jhonatan, el mayor, quien tuvo la oportunidad de jugar con el equipo que hoy en día es el campeón de la Seria Mundial.
A comienzos de este año, Jhonatan Solano tuvo un sueño cuyo significado lo motivó a tomar la decisión de retirarse del béisbol activo, solo que lo hizo oficial la semana pasada a los 34 años de edad.
Su objetivo ahora es ser coach, ojalá en una organización de Grandes Ligas, pues tiene mucho que enseñar a los jóvenes talentos. Solo está esperando que las cosas se tranquilicen por lo del coronavirus para iniciar las gestiones en los Estados Unidos.
Con los Nacionales de Washington jugó dos temporadas (2012 y 2013) y una con los Marlins de Miami, al lado de Dónovan en 2015. (Lea aquí: Jhonatan Solano regresa a Grandes Ligas con los Nacionales).
“Con esta decisión no estoy triste, al contrario estoy muy feliz porque quedé en la historia del béisbol colombiano al llegar a las Grandes Ligas. Estoy agradecido con Dios y con todas las personas que me ayudaron a cumplir ese sueño”, dijo.
Jhonatan con el equipo Caimanes de Barranquilla obtuvo cuatro títulos en la Liga Colombiana, con los Tigres del Licey fue campeón en Dominicana (2016-2017) y participó con Colombia en el Clásico Mundial.
“Con Colombia en el Clásico jugué los tres partidos, en el primero como receptor y en los otros dos como jugador designado.
Tiene dos hijos Valeria de 8 años y Natan de tres, y próximamente se le sumará a su familia otro integrante.
