Roberto Alomar y Carlos Baerga otra vez se untaron de pueblo e hicieron llorar a los padres de familia con sus consejos.
Los exgrandes ligas puertorriqueños esta vez llevaron toda su sapiencia a un barrio muy popular de Cartagena como lo es Canapote, a pocos kilómetros del mar Caribe.
En la Plaza principal de este barrio realizaron ayer una clínica de béisbol en horas de la tarde ante una concurrida asistencia.
Su amor por el deporte y en especial por los niños fue más fuerte que el calor que tuvieron que soportar estas dos leyendas de la pelota caliente.
Los niños de las Escuelas de Formación Deportiva del Ider y varios jóvenes de otros clubes tuvieron la oportunidad de recibir las enseñanzas de dos jugadores que dejaron huella en las Grandes Ligas, en especial Roberto Alomar, dos veces campeón con los Azulejos de Toronto y Salón de la Fama del Béisbol.
Este fue el cierre de las actividades que tenían programadas en Cartagena Alomar y Baerga, quienes fueron traídos por la Fundación Resilientes, como parte de su filosofía para masificar y apoyar al deporte en Cartagena.
Alomar y Baerga se mostraron muy complacido por el gran recibimiento que le tributó la familia del béisbol bolivarense en los distintos eventos donde estuvieron presentes.
Sin duda, las capacitaciones que le dieron a nuestros entrenadores locales y las enseñanzas, en cuanto a los fundamentos para batear y fildear a los niños, serán muy aprovechadas por ellos, pues vienen de dos figuras emblemáticas, que se ganaron el cariño y la admiración de todos. Alomar y Baerga mostraron una sencillez única.