El tenis de Bolívar recibió ayer un duro golpe al mentón. Una noticia dolorosa.
El cartagenero Magín Ortiga Eljaiek, el mejor tenista de Bolívar, falleció el martes en Tampa (Florida) tras sufrir un infarto. Tenía 27 años.
Desde niño le seguimos sus pasos en el tenis. Exhibía una gran potencia y velocidad para jugar el tenis, el deporte de sus amores. Además de ser un gran deportista, Magincito -como le solían decir- era una gran persona, sencillo y con un don de gente único.
Fue segundo de Sudamérica en la categoría sub-14, mientras que en sub-16 fue quinto. Incluso alcanzó a llegar a semifinales en torneos realizados en Alemania y Francia. Podríamos decir, sin equívocos, que fue el mejor jugador de Bolívar. Su carrera iba bien, pero una grave lesión lo desmotivó.
“En mi juventud todo lo quería alcanzar rápido y la lesión en el hombro tardó año y medio. Fue mucho tiempo, entonces me desmotivé mucho. Hay que tener calma”, aseguró a El Universal el 25 de julio del 2013 días antes de afrontar el I Torneo Master Abierto de Tenis Ider-Surtigás, que se jugaría en el Parque de Raquetas de Cartagena.
Hizo cinco semestres de Ciencias Políticas en la Universidad Georgia Tech, en donde jugó en el tenis universitario. Luego paró los estudios para dedicarme solo al tenis. "No me veo haciendo otra cosa en la vida, sino jugar”, dijo.
Se veía corpulento la última vez que lo vi, pero con las mismas ganas que mostró cuando era un niño.
Era un joven de un talento único y siempre le solía dar consejos a los nuevos jugadores, que mostraban talento "Le dijo que entrenen con calma porque llegar a el nivel más alto es muy difícil. Es mejor ponerse metas a mediano plazo y no desesperarse por lograr resultados inmediatos".
Se fue un grande de esta disciplina, que soñó con darle una medalla de oro a Bolívar en los Juegos Nacionales y emular a su ídolo el serbio Novak Djokovic.
Su padre Magín, quien siempre lo apoyó, al igual que su madre, deben estar destrozados. Magincito era una persona talentosa, llena de vida y con grandes sueños.
