Duele escribir de un amigo, de un maestro, de un colega, de un verdadero periodista deportivo, que se hizo a pulso.Su voz se la llevó el viento y la elevó al cielo para que “El “Capi” irradie de periodismo deportivo a los Ángeles.¿Será que Dios necesitaba un periodista de su talante, que no le importara la lluvia ni el sol para hacerle el bien a la gente?Capitolino Morillo Matorel era un enamorado del deporte, especialmente del béisbol menor y el kickball, disciplina que él llevó a todos los barrios de Cartagena.
Dios necesitaba un periodista que tuviera ese perfil. Por eso lo hizo empacar maletas ayer bien temprano para que hoy debute en el cielo con su programa “Capitolino en Acción”. Y qué dolor nos dejó el Todopoderoso. Sí, porque “Capitol” -así él mismo se decía- era una persona abierta, dulce, que siempre luchó por el bienestar y progreso de los niños. “Ellos son mis hijos”, decía con orgullo.“Yo soñaba y veía que la vida era alegría pero un día desperté y descubrí que la vida es servicio. Y eso es lo que hago constantemente, servirle a la gente, servirle a las comunidades”, así comenzaba siempre su programa.Desde niño lo escuchaba en Arenal con esa elocuencia para hablar de deportes. “El Capi” también me ayudó, sin que él lo supera, a mi formación y amor por el deporte. Fue el profesor -sin ir a la Universidad- de muchos comunicadores, por eso su repentina partida nos deja una onda tristeza.Muchos lloramos su partida, por que fue un periodista bueno, sin rencor, que le tendía la mano a todos, un caballero, que exhibía en cada palabra una humildad sin límites.
Capitolino falleció este jueves en la mañana. Su muerte estremeció los cimientos del periodismo deportivo de Bolívar.Hasta siempre “Capi”.
