El deporte profesional debe darle alegrías a Cartagena y Bolívar.
Esa es la premisa a tener en cuenta por parte de cada una de las disciplinas que representarán a La Heroica y el Departamento en las diferentes justas deportivas que se realizarán en Colombia este año.
El deporte aficionado en los últimos años ha estado en muchas ocasiones, tal vez la mayoría de ellas, por encima del profesional en cuanto a resultados se refiere. Bolívar ha crecido deportivamente con los jóvenes que se abren paso en los diferentes deportes, pero ha estado en un nivel de medio para abajo en la máxima categoría o rama profesional.
Fuera de concurso
Eso sí, ese bajo nivel de competencia no incluye aquellos que nos representan afuera de Cartagena o del país, entre ellos los Grandes Ligas Julio Teherán (Bravos de Atlanta), Giovanni Urshela (Indios Cleveland), Sugar Ray Marimón (Bravos de Atlanta), Dilson Herrera (Mets de Nueva York) y Jhonatan Barrios (Cerveceros de Milwaukee). Tampoco a varios futbolistas que triunfan en los diferentes clubes profesionales como Ricardo Laborde (Krasnodar de Rusia), Orlando Berrío (Atlético Nacional), Wilmar Barrios (Deportes Tolima) y Cristian Marrugo (Independiente Medellín), entre otros.
A despertar
Pero al referirse a otros deportes profesionales, que tienen como sede específicamente a Cartagena, las malas campañas de estos equipos se convierten en motivo de tristezas para los aficionados.
El fútbol hace muchos años ganó terreno en la Ciudad Amurallada. Real Cartagena se ha convertido en un sentimiento de ciudad. Pero para amargura de los hinchas, el plantel cartagenero jugará su cuarto año consecutivo en la Primera B, es decir casi 1 mil 500 días sin estar en el fútbol élite de Colombia.
En el béisbol profesional, Los Tigres de Cartagena también han desilusionado a sus seguidores. En esta oportunidad, la novena cartagenera quedó eliminada a falta dos de jornadas, en donde ya se saben los tres equipos de los cuatro en concurso que pasan a la próxima fase.
La última vez que los Tigres fueron campeones fue en el 2013. Cartagena, considerada la meca del béisbol, necesita que este deporte sea protagonista de primer nivel.Tampoco han dado pie con bola en los últimos años deportes como el baloncesto y el futsalón masculino y femenino, estos dos últimos considerados semiprofesionales.
En el 2015, con un coliseo de lujo como el Bernardo Caraballo a disposición, Cartagena se quedó sin baloncesto profesional. Y este año, al parecer, aún y cuando se conoce se han adelantado algunas diligencias, otra vez nos quedaríamos sin nada.
El último gran sorbo de baloncesto profesional en la ciudad fue en la década de los 90 con un plantel combativo llamado Bravos del Norte, pero que nunca fue campeón.Las Mulatas y Los Heroicos fueron eliminados en primera ronda en el 2015. En su historial ninguno de los dos tiene títulos en estos campeonatos. Cada día son más los adeptos a esta disciplina, pero se requiere de buenos resultados, Cartagena y Bolívar merecen ser ganadores.
La alegría del aficionado
A nivel aficionado, Bolívar compite de igual a igual en muchísimas disciplinas con Antioquia, Valle y Bogotá. El cuarto lugar en los pasados Juegos Nacionales, con 36 medallas de oro, 28 platas y 33 bronces indican que hay talento y buenos resultados.
El deporte aficionado recibió de la administración departamental y distrital total respaldo, pero los deportes profesionales también fueron apoyados. La diferencia es que la rama aficionada dio alegría y la profesional no.
Falta de gestión
Es claro que a nivel profesional se requiere de más. No basta con el apoyo del Estado sino con la gestión de los equipos en la consecución de más patrocinios pensando en grande. Tener sus propias sedes y escenarios deportivos debería ser la consigna de los dirigentes que están al frente de estos clubes profesionales. Convencer a la empresa privada a que invierta y crea en los proyectos debe ser tarea de los dirigentes.
