El presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, dijo que "era previsible" el escándalo de corrupción de la FIFA que involucra a vicepresidentes y funcionarios de ese organismo, en declaraciones a la prensa local el sábado por la noche.
Consultado por los periodistas sobre el caso que envuelve al expresidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), Eugenio Figueredo, Vázquez agregó que es "un desastre". Los breves comentarios se produjeron a la salida de un encuentro con la Federación Rural de Uruguay.
Vázquez fue vicepresidente y presidente (en 1978 y 1979) del Club Atlético Progreso de la segunda división uruguaya. Fue tres veces candidato a presidir la AUF antes de comenzar en las lides políticas.
Un torbellino se desató en torno a la FIFA luego de que el miércoles la justicia de Estados Unidos anunciara la imputación de cargos contra nueve directivos de la organización y otros cinco empleados del organismo por conspiración y corrupción.
Figueredo, uno de los ocho vicepresidentes de la máxima instancia del fútbol mundial, está detenido e incomunicado en Suiza desde entonces, al igual que otros dirigentes como el brasileño José María Marín, el costarricense Eduardo Li, el venezolano Rafael Esquivel y el nicaragüense Julio Rocha, junto al caimanés Jeffrey Webb.
El abogado de Figueredo, Gustavo Bordes, informó a la AFP que las autoridades suizas aprobaron un pedido de la familia para reunirse con el imputado este lunes.
