A los nueve años, Salomé Ángel Montaño se divierte haciendo algo a lo que pocos niños se dedican. La menor es chalana y monta caballos desde que tiene memoria.
Desde muy pequeña se inició en este deporte y ha participado en cientos de certámenes y competencias equinas de paso fino en el país. Este año se coronó campeona nacional en la categoría preinfantil de la válida de chalanería disputada en Bogotá.
Además, ha ganado más de nueve competencias, entre los que destacan varios títulos nacionales.
Y es en busca de un nuevo título que llegó desde su natal Medellín a Cartagena. El fin de semana próximo participará en la Válida Nacional de Chalanería, que se disputará en el coliseo del Hotel Paso Fino, en la carretera hacia Turbaco.
Con un brillo en los ojos al momento de subirse a un caballo para iniciar su entrenamiento en la pesebrera Bella Luz, en Turbaco, donde se prepara desde el martes pasado, Salomé deja entrever la gran pasión con la que vive esta modalidad de la equitación.
Con una seguridad inquebrantable, cual experto montador, la niña doma y maneja las riendas del animal que cabalga a su antojo. Uno a uno practica los pasos que su madre, Nuri Montaño, que además es su instructora, le va indicando.
Su talento es innato y su concentración al galopar hace parecer que se fusionara con el caballo.
“Esa niña sabe montar mucho”, comentan algunos de sus acompañantes mientras la ven dar pinceladas de su técnica a un costado de la pesebrera.
PASIÓN
Salomé mostró su amor por los caballos desde que era una bebé. Según Nuri Montaño, “aprendió primero a ensillar un animal que a caminar” y su mayor afición es cabalgar.
“Como yo soy propietaria e instructora de una escuela de chalanería, le enseñé desde muy pequeña a montar y a ella siempre le gustó”, explica Nuri, quien agrega que la niña aprendió a dominar los caballos con rapidez y a tan solo un año y un mes de nacida hizo su primera exhibición en la escuela Los Potrillos-Asocaba.
A los cuatro años ganó su primera competencia nacional y desde entonces no ha parado de participar en infinidades de certámenes de chalanería en Antioquia y el país.
“Es un deporte que me apasiona mucho y lo he practicado desde pequeña porque me parece que son animales muy lindos, bellos y me han acompañado mucho tiempo. Son animales a los que hay que respetar mucho”, apunta la menor para explicar su gusto por esa disciplina.
Según Nuri, Salomé se entrena uno o dos días a la semana por lo general. Sin embargo, cada vez que se prepara para una competencia aumenta el ritmo de entrenamiento a más días.
“La idea es que ella continúe en el futuro en este deporte, por eso trato de no sobreesforzarla en los entrenamientos para que no pierda el amor por los caballos y solo aumentamos el ritmo cuando se acercan las competencias”, explica la madre.
“Para esta válida nos hemos preparado adecuadamente y la idea es que le vaya bien, esperemos que pueda contar con buenos caballos, porque los de la escuela los dejamos en Medellín y estamos contando con los de la pesebrera donde entrenamos”, agrega.
En cuanto al manejo de presiones y emociones deportivas, Salomé reconoce que cuando inicia las competencias le “dan nervios en la entrada y después me voy relajando”.
Por otra parte, no duda en recomendar este deporte a otros niños y personas, por el conocimiento y compromiso que pueden adquirir con los animales.
“Yo les digo que aprendan porque es un arte muy bonito y los ayudaría a solidarizarse más con el medio ambiente y los caballos”, apunta.
LA COMPETENCIA
La Válida Nacional de Chalanería se realizará el sábado y el domingo en el Hotel Paso Fino en la subida a Turbaco. Allí competirán niños y niñas entre los 3 y 12 años, jóvenes y jovencitas entre 13 y 18 años y adultos de más de 18.
Las competiciones arrancarán a las 9:00 de la mañana y contarán con la participación de escuelas de ocho ciudades del país.
El certamen es organizado por Cabalgar.









