La final tuvo como escenario, precisamente, el estadio Club de Leones. El lanzador Andrés Carrillo lanzó cuatro sólidas entradas, sin hit ni carrera, recetó 6 ponches para acreditarse la victoria. Lo relevó Sebastián Díaz (dos tercios) y Yoryi Simarra (dos entradas y dos tercios). Armando Jiménez tiró dos episodios y un tercio y cargó con la derrota.
Carrillo fue el héroe del juego, con lo que recibió la distinción como el Más Valioso de la final, ya que también había ganado el primer juego del playoff el pasado domingo.
White Sox abrió la senda de la victoria en el tercer episodio con anotación de Willington Romero, remolcado con sencillo de Julián Angulo.
Andrés Carrillo anotó la segunda rayita en el cuarto inning. En el sexto, White Sox desencadenó una furiosa ofensiva de tres carreras (anotadas por Jaider Romero, Andrés Carrrillo y Rafael Verbel) para sellar el triunfo.
La única rayita de Club de Leones la anotó Richard Camacho en el sexto capítulo.
El exlanzador zurdo Manuel Álvarez, mánager de White Sox, visiblemente emocionado, dijo que “este es el resultado de un trabajo serio y bien planificado. Les infundimos a los muchachos técnica, táctica y física, que es lo esencial en esta categoría. Gracias a Dios se nos dieron las cosas y estamos saboreando este título”.
White Sox tuvo entre sus figuras a Julián Angulo, Sergio Gómez, Darwin Chico, Sebastián Fontalvo, Juan Posada, Jaider Romero, Willington Romero y Sebastián Díaz.
