En entrevista concedida al Canal Caracol, Gómez lloró y confesó que consume medicamentos para controlar la paranoia que le produjo su trabajo como técnico de la Selección de Ecuador en 2001, cuando fue herido de bala en la pierna derecha y sufrió fractura de tabique nasal durante una agresión en Guayaquil.
“No hay derecho a que se toque a una mujer, hay que respetarlas, amarlas, son una gran compañía para el hombre. Ahora me siento solo, mi pareja está haciendo un esfuerzo, mi mamá. Por eso cada día hay que valorarlas más. La mujer no se toca”, dijo
Gómez se mostró arrepentido, “quisiera volver a nacer (…;) a mi me pasó por inconsciente (…;) yo le pedía a Dios: llevame ya (…;) yo no aguanto más y quiero que el país me conozca (…;) Yo no sé manejar esta situación, yo no tengo porque estar en esta situación (…;) todo esto nos cambió la vida. Hoy no ha habido navidad”.
El técnico pidió perdón públicamente a la mujer que agredió: “no soy así, te pido perdón porque soy una persona distinta”.
Para el dirigente técnico esa noche no tuvo “fortuna”, dijo que no es una persona que acostumbra a visitar lugares públicos solo ni a estar con otras mujeres distintas a su pareja actual, “no soy una persona que salga a tomar trago por mi imagen, por ser público, por ser técnico de la selección”.
“Tomé pastillas para la presión, para el corazón y me tomé la pastilla, ese combinado no fue bueno (…;) tomé y tomé me perdí por momentos (…;) No me acuerdo qué hice, cómo actué, si era hombre o mujer, yo me acuerdo de nada (…;) Tan es así que no soy una persona de pegar”, dijo.
Esa noche Gómez consumió vino y aguardiente en un establecimiento de salsa en Bogotá. “No debía estar allá, era un momento donde venia de unas concentraciones largas (…;) no sé si me dejé llevar, no sé qué pasó, me fui para un lugar que no conocía a oír salsa que me gusta”.
Según su declaración, no tiene ninguna relación con la mujer que lo acompañaba esa noche, “no sé cómo es su vida, sé que no es una mala persona (…;) ella debe ser una persona de bien, tranquila, tan duro esto para mi, mi familia, como para ella (…;.) “conocí a muchas mujeres y nunca maltraté a una mujer, nunca le pegué a una mujer”.
Gómez aseguró que la mujer agredida no sufrió lesiones físicas. “Si el caso ameritaba para que ella saliera, hubiera salido”.
Para el dirigente técnico de fútbol esa noche no tuvo “fortuna”, dijo que no es una persona que acostumbra a visitar lugares públicos solo, ni a estar con otras mujeres distintas a su pareja actual, “no soy una persona que salga a tomar trago por mi imagen, por ser público, por ser técnico de la selección”.
Sobre su problema emocional dijo que “cuando estaba en Ecuador sentí que me estaba dando un síndrome de pánico y el médico me recetó unas pastillas que me ayudaron mucho y me empezó a subir la presión y a tener problemas de salud. Sentí que me estaba descomponiendo en esas concentraciones”.
El profesor dijo que “no estoy pidiendo puesto en la Selección”, que si hubiera sido consiente no había golpeado a la mujer. “No sé cuánto me va a durar la pena, el dolor.
Sobre la posibilidad de que llegue un técnico extranjero a recibir la selección Colombia, dijo: “Yo fui extranjero en Ecuador, en Guatemala y no es una idea descabellada. Hay buenos técnicos extranjeros, pero yo adoro mis técnicos colombianos”.
