Pese a la humillación final de ver como Dallas Mavericks barría a sus Lakers de Los Angeles, Phil Jackson se retira de la NBA por la puerta de los grandes, con 13 anillos de campeón y el mérito de haber dirigido a las leyendas de dos dinastías: Michael Jordan y Kobe Bryant.
Los Mavericks barrieron 4-0 en semifinales de la Conferencia Oeste a unos desdibujados Lakers, cortándoles el camino al tricampeonato y al 12º título de Jackson como técnico.
“Todas mis esperanzas y aspiraciones antes de retirarme estaban puestas en este juego (contra Dallas)”, declaró Jackson al terminar el partido, aunque reconoció que ésto “fue un lastre que pesó demasiado”.
El equipo de Dallas también consiguió manchar el expediente ganador de Jackson, quien a sus 66 años se acogerá a un anunciado retiro con la única barrida en contra en 21 postemporadas, luego de conquistar 11 títulos, seis con los Chicago Bulls y cinco con los Lakers.
Sus dos primeros anillos los consiguió como jugador de los New York Knicks (1970 y 1973).
El 'Maestro Zen' se retira de nuevo, y ésta vez dice es “para siempre”. Tras él deja un legado dificil de imitar, no sólo por haber ganado más títulos que ningún otro entrenador, o tener el mejor porcentaje de victorias en postemporadas de la NBA.
Su mérito principal es haber formado dos dinastías, los Chicago Bulls y Los Angeles Lakers, marcándolas con la impronta de una filosofía personal y un estilo de juego complicado pero efectivo: el famoso Triángulo Ofensivo, ideado por su mentor Ted Winter.
Elevado al Salón de la Fama en 2007, Jackson se va con un récord de 11 títulos y sólo 10 derrotas en series de playoffs. Sólo el legendario Red Auerbach se le acerca, con nueve campeonatos.
Bajo su sombra nacieron y crecieron las carreras míticas de Michael Jordan y Kobe Bryant.
Con Jordan hilvanó sus primeros tres títulos como entrenador (1991 a 1993). Tras un breve retiro del astro de los Bulls, quien había ido a probar suerte en el béisbol, Jackson volvió a ligar tres anillos (1996, 1997, 1998).
Luego se acogió a un primer retiro, que aprovechó para viajar a lugares tan distantes como el Himalaya, y reunir los materiales para el tercero de sus cuatro libros.
Fichado por los Lakers en el 2000, les guió tres años sucesivos al título, dirigiendo a Bryant y a Shaquille O'Neal. La tensión entre sus dos estrellas arruinó las campañas siguientes, hasta que la llegada el español Pau Gasol enrumbó a los Lakers a otros dos campeonatos (2009 y 2010).
Como había hecho en Chicago, moldeando el carácter díscolo de Dennis Rodman para ganar los títulos, en Los Angeles Jackson se enfrentó a un trabajo similar con Bryant, a quien llegó a calificar de “indirigible” en su libro “La última temporada: un equipo en busca de su espíritu”.
“Yo crecí con él”, aseguró Bryant poco después de la eliminación de los Lakerd.
“Mi modo de enfocar las cosas, mi forma de pensar sobre las cosas, no sólo de baloncesto, sino de la vida en general, viene de él. Es un poco raro para mí pensar en que el año que viene no va a estar aquí”, añadió Kobe.
Sin Jackson, los Lakers enfrentarán un dificil proceso de restructuración, desde su oficina gerencial hasta la banca, pero el entrenador confía en que la franquicia volverá a ganar el título.
“Todos sabemos que siempre regresan y se reencuentran a sí mismos. Los Lakers van a sobrevivir”, asegura el 'Maestro Zen' Jackson.
