Maritza Zúñiga, artífice de la comparsa Las Cobras, recibió la Medalla Pedro Romero en 2025 por sus más de 35 años de aporte a las Fiestas de Independencia de Cartagena de Indias. Es ganadora de seis Congos de Oro en el Carnaval de Barranquilla y de seis estatuillas Capuchones de Oro en distintas modalidades -como mejor disfraz y mejor comparsa- otorgadas por la Alcaldía de Cartagena y el IPCC.
La primera vez que la entrevistamos tenía 19 años. Era estudiante de la Escuela de Bellas Artes de Cartagena y reciclaba las tiras sobrantes de los talabarteros de la ciudad para crear obras de arte, zapatos y bolsos destinados a guardar espejismos. Dibuja, pinta, esculpe, enseña, lidera Corpocobras e interactúa con niños y niñas de instituciones educativas de la ciudad y del departamento.
Todas sus creaciones artísticas están ligadas a las entrañas de las identidades culturales, danzarias y musicales de Cartagena.
Lo que nos dijo Maritza Zúñiga sobre las Fiestas 2025
- ¿Qué nuevos aportes tiene en 2025 su comparsa en las Fiestas de Independencia?
Este año nuestra comparsa presentó una propuesta más teatral y simbólica, que denominamos Cobras Liberadas. Trabajamos con nuevas texturas, materiales reciclados y personajes mitológicos. Es una mirada distinta, pero fiel a nuestras raíces. Hay una mayor presencia de jóvenes artistas, y eso me llena de esperanza, porque significa que las Fiestas siguen siendo escuela, herencia y encuentro
- ¿Cómo cree usted que evolucionaron las cobras en su comparsa, como ícono cultural de identidad ancestral?
Las cobras son parte de mi identidad como creadora. Nacieron como un disfraz o metáfora de la fuerza y el espíritu protector del pueblo, y con los años se convirtieron en un símbolo de resistencia y transformación. Cada año evolucionan, cambian de forma, de color, de movimiento, pero conservan la misma esencia: representar la alegría, fuerza, energía ancestral que nos conecta con nuestras raíces. Las cobras ya no son solo un elemento escénico, son una manera de decirle al mundo que Cartagena tiene alma, historia y arte propio.
- ¿Cómo avanzaron en 2025 en los barrios y en el sector estudiantil, el semillero de grupos folclóricos y las nuevas iniciativas para las Fiestas de Independencia?
En el sector estudiantil se ha fortalecido notablemente el trabajo formativo. Antes, los procesos se concentraban en los dos meses previos a las Fiestas de Independencia, pero hoy muchas instituciones cuentan con instructores de danza y música que acompañan a los estudiantes durante todo el año. Además, se han consolidado festivales folclóricos escolares que permiten la circulación de las escuelas a nivel distrital.
A nivel de ciudad, gracias a las convocatorias del IPCC, han surgido nuevas escuelas de formación comunitaria en danza, artes plásticas y artes escénicas. Estos espacios funcionan como semilleros y catalizadores de nuevos talentos, especialmente para niños y niñas que buscan aprovechar su tiempo libre en procesos artísticos. Todo este movimiento ha contribuido significativamente al fortalecimiento y la continuidad de las Fiestas de Independencia.
- ¿Cómo ha sido la experiencia de crear, enseñar y sensibilizar públicos y trabajar con estudiantes en Cartagena, Pasacaballos y Bayunca?
Mi experiencia nace con “Las Cobras”, un proceso de formación e investigación artística y ambiental que dio origen al disfraz y comparsa Las Cobras. Este proyecto busca llevar conciencia ecológica a través del arte, conectando la creación con la naturaleza en distintos territorios. Gracias a este trabajo, participamos en la convocatoria del IPCC del Circuito Coral, con el proyecto Flora y Fauna para Las Cobras, donde compartimos experiencias artísticas y ambientales con poblaciones vulnerables. En Pasacaballos, por ejemplo, desarrollamos en 2019 la Marcha del Cangrejo Azul, junto a estudiantes de la Institución Educativa Nuestra Señora del Buen Aire.
En 2024, realizamos un proceso creativo con el INEM, que dio como resultado la confección de máscaras, tocados y disfraces para conformar la comparsa autóctona del INEM. Y en Bayunca se llevó a cabo el proyecto Batunca en Mímesis, con estudiantes en riesgo socioafectivo, trabajando tres técnicas: maquillaje artístico, pintura mural y acrílico sobre lienzo. Cada experiencia ha sido un ejercicio de creación colectiva, pedagogía y sensibilización cultural.
¿Cómo interactúa y asimila saberes con festivales y carnavales en América Latina y el mundo?
Mi interacción con otros festivales y carnavales ha sido principalmente a través de la investigación y la circulación. He tenido la oportunidad de viajar y compartir experiencias donde se ponen en diálogo las manifestaciones festivas y artísticas de distintas culturas.
En 2019 participé en el Encuentro de Carnavales del Mundo realizado en Pasto, y posteriormente viajé a México para investigar sobre la serpiente emplumada y el arte precolombino. También he explorado procesos en el Amazonas, donde el vínculo entre naturaleza y simbología cobra gran relevancia. Estas experiencias me han permitido comprender cómo los mitos, los rituales y las expresiones festivas conectan pueblos y memorias. Incluso en mis viajes a Egipto y Asia, la figura de la serpiente adquiere nuevos sentidos desde lo mitológico, profundizando mi visión sobre el arte, la espiritualidad y la identidad cultural.
La medalla Pedro Romero que recibió este 2025
Para ella la Medalla Pedro Romero es “un homenaje a todos los artistas plásticos y cultores que mantienen viva la esencia del pueblo cartagenero. Detrás de cada área artística, desfile, de cada comparsa y de cada obra hay un esfuerzo colectivo que muchas veces no se ve, pero que sostiene nuestra identidad. Esta medalla honra esa lucha silenciosa, la de quienes creen que el arte popular también es historia, resistencia y dignidad”.
