La guitarra parece respirar bajo las manos de Eduardo Jasbón, y cada nota encuentra su camino hasta los sentidos y el corazón del oyente. Cada acorde estalla en emociones que se despliegan frente al público, con pasión. Cada sonido tiene fuerza propia, y cada silencio se convierte en un respiro que prepara el siguiente instante de intensidad. Al concluir, la reacción es inmediata, el público se pone de pie y aplaude.

No hay otra manera de celebrar lo que Eduardo acaba de hacer con su guitarra, una música que une técnica, sensibilidad y corazón, dejando la evidencia de un talento extraordinario. No es exagerado decir que estamos ante uno de los mejores guitarristas de la ciudad y del país.
Eduardo nació en una familia sensible al arte. Hijo de un empresario, Eduardo, y de Claudia Fadul, líder social y cultural que ha impulsado la actividad artística en Cartagena de Indias durante décadas, creció rodeado de músicos y pintores. Entre guitarras, vibráfonos y un entorno creativo, desde niño forjó un vínculo íntimo con la música, una relación que ha guiado toda su trayectoria artística.
El apellido Jasbón guarda historia y adaptación. Su abuelo Humberto Hasbún nació en Belén, Palestina, y al llegar a Colombia fue registrado como Jasbón, un nombre que nunca cambió. Desde pequeño, caminaba por las calles de Cartagena con su guitarra al hombro, acompañando a su madre a misa los domingos, como quien lleva consigo un pedazo de cielo. Claudia recuerda esos momentos con emoción. “Con su guitarra entrega cariño y solidaridad. Siempre creí en él y en su talento, y nunca me arrepentiré de haberlo apoyado en la creación del Festival de Guitarra que fundó conmigo”. Esa mezcla de talento, sensibilidad y generosidad ha hecho de Eduardo un artista y gestor cultural importante para la ciudad.
Formado en música con énfasis en Producción de Audio, Eduardo desarrolló su camino académico en el colegio Jorge Washington de Cartagena, realizó su pregrado en la Universidad de Los Andes y un diplomado en Gestión de Proyectos Musicales en la Universidad Sergio Arboleda. Además, profundizó en composición electroacústica por ordenador en Madrid, España, en el LIEM – CDMC. Cada experiencia perfeccionó su técnica y afinó su capacidad de escuchar, sentir y transmitir la música.
Las manos de Eduardo se mueven con la precisión de quien conoce cada cuerda, pero también con la libertad de quien deja que la emoción lo guíe. “La técnica y la emoción se conectan. Un ejercicio impecable desde lo técnico puede no transmitir nada si carece de sentimiento. La teoría y la destreza deben potenciar la música, no limitarla”, explica.
“La guitarra es mi fuente de inspiración. Cada vez que la tomo, algo distinto ocurre, a veces busco melodías sencillas y ligeras, otras, armonías complejas o ritmos intrincados. Todo depende del instrumento, del instante y del contexto. No es lo mismo tocar en soledad, donde las notas se vuelven íntimas y reflexivas, que hacerlo acompañado, donde la energía de los demás músicos abre caminos nuevos. La guitarra es más que un instrumento, es un espejo de lo que siento y de lo que me rodea”, comparte Eduardo.
Para él, lo esencial es tocar con fluidez, dejando que la inspiración guíe cada instante. “No hay un momento exacto que haya marcado mi camino con la guitarra, pero sí recuerdo un instante cuando alguien me preguntó: ‘¿Tú tocas guitarra?’ Supe entonces, con la confianza de años explorando estilos, que podía expresarme con ella con seguridad, y que esto no era un juego”.
XII Festival Internacional de Guitarras
Del 9 al 12 de octubre, Cartagena de Indias se convertirá en escenario para decenas grandes músicos durante el XII Festival Internacional de Guitarras, Festiguitarras 2025. Eduardo, como director artístico, compartirá espacio con maestros nacionales e internacionales como Daniel Casares, Chip Henderson, Thomas Schilling, John Bass, Thomas Leeb, Yoelys Camargo, Plenilunio, Divergente Dúo, Marisa Sardo, Delphín de Música y la Orquesta de Guitarras Adolfo Mejía.
El Festival Internacional de Guitarras, a lo largo de sus ediciones, ha reunido a familias cartageneras y visitantes en torno a la música, convirtiendo a la ciudad en escenario de guitarristas de calidad excepcional, referentes de distintos géneros y escuelas del mundo.
En el corazón de este encuentro está Eduardo, quien, junto a su madre, Claudia Fadul, ha hecho de este proyecto un espacio donde los grandes maestros de la guitarra dialogan con el público en un ambiente cálido y cercano. Gracias a su visión y constancia, Cartagena de Indias se ha posicionado como un destino obligado para guitarristas de talla mundial, mientras el Festival se consolida como una plataforma que inspira a nuevas generaciones y celebra la guitarra como símbolo de arte y perseverancia.
Festiguitarras 2025 será un encuentro donde ciudad, historia, familia y música se entrelazan. Cada nota será un abrazo, cada acorde una memoria, y cada concierto del Festival, un viaje que toca los sentidos y el corazón. Porque cuando Eduardo Jasbón toma su guitarra, esta no solo suena: respira, habla y transforma.