Tesca, una antigua zona de tolerancia ubicada en lo que hoy se conoce como Boston, en Cartagena de Indias, fue cuna en los años 60 de grandes figuras de la música tropical en la ciudad. La noche fecunda vio nacer a artistas como el Joe Arroyo, entre cabarés, tragos, bailes y buenos ingresos. Pero Tesca no era lugar para un muchacho de 17 años, o al menos eso pensaba la madre de Jhonny Arzuza.

Adolfredo Arzuza Alcázar es el nombre de pila de quien más adelante se convertiría en Jhonny Arzuza, un talentoso cantante de música tropical que participó en importantes agrupaciones, como La Protesta de Colombia, Pedro Laza y sus Pelayeros, La Verdad del Joe Arroyo, entre otras.
Nació el 29 de junio de 1946 en Bazurto, donde hoy queda el principal mercado de Cartagena. Allí vivió hasta los seis años, y luego, como un nómada, recorrió media ciudad con sus padres y hermanos hasta llegar al Barrio España, donde se asentó hasta mudarse permanentemente a Barranquilla.
Adolfredo siempre tuvo la chispa para los escenarios. En el colegio, aprovechaba los días culturales para cantar y contar chistes. A los 17 años trabajó atendiendo el picó de su vecino Orlando Paternina. Esto le dio la oportunidad de conocer las canciones con las que tiempo después se ganaría el sustento, aunque hasta el momento no tenía ambiciones de ser cantante.
Para 1963 un nuevo vecino llegó al Barrio España. Se trataba de Abraham Barreto, un contrabajista que, sin buscarlo, escuchó cantar al chico que usaba el baño como escenario y el salpicar del agua contra el piso como los aplausos de un público ausente. Barreto no dudó en llevarlo a Tesca para hacerlo parte de su agrupación Los Caballeros de la Noche Triste. Y sí, triste resultó la noche después de la tunda que le dio al joven su madre, doña Manuela Alcázar.

“Fui con el señor Abraham, y mi mamá apenas llegué me levantó a palo. A la tercera vez mi papá le dijo que no me pegara más, que iba a hablar conmigo, y me puso las condiciones: que estuviera en la música, pero que me cuidara de los vicios y de hacer cosas malas. Gracias a Dios, me he mantenido limpio”. Le recomendamos leer: A 95 años, ‘Una habitación propia’ de Virginia Woolf inspira a las mujeres
Así nació Jhonny, el artista, entre la lujuria y la borrachera, entre los vicios y la decadencia, pero con un consejo en el corazón y una tunda en la mente que no lo dejarían desviarse del camino. Aquel niño de Bazurto se convirtió en un caballero que supo amar la música y disfrutar de sus mieles, sin quedar preso de los excesos que destruyen sin piedad a los incautos e insensatos.
Trayectoria musical de Arzuza
Sería mentira decir que Arzuza es el más grande artista tropical que ha dado La Fantástica, pero sin duda estuvo entre ellos. Integró importantes agrupaciones locales y nacionales, como la orquesta de Rufo Garrido, compositor del éxito navideño Brisas de diciembre; Pedro Laza y sus Pelayeros, intérpretes de temas como Pie pelúo y Navidad negra, y la orquesta Melodía de Dámaso Tobinson. Incluso en alguna ocasión se presentó junto con Richie Ray, el famoso pianista que interpreta temas como Sonido bestial y Agúzate, al lado de Bobby Cruz.

En 1968, El Príncipe era un conocido burdel de Tesca donde se presentaban orquestas todas las noches. A Jhonny le tocaba cada viernes. Junto al establecimiento funcionaba otro llamado Big Fox, donde cantaba un talentoso niño de 12 años con quien forjó una amistad para toda la vida: Álvaro José Arroyo González, más conocido como Joe Arroyo. En ese entonces, Arzuza tenía 22 años y recuerda que, por su corta edad, al Joe lo sacaban “de taquito” apenas terminaba de cantar.
A los 24 años, Jhonny continuó su trayectoria artística con los Diamantes de Sincelejo. Tiempo después renunció por diferencias con el dueño de la orquesta, pero recomendó para su reemplazo al joven Álvaro José, que ya contaba con unos 14 años. Fue en esta orquesta donde nació el seudónimo de Joe Arroyo. Arzuza pasó luego a cantar en La Protesta de Colombia, donde más tarde estuvo también Joe como su corista. Después participó en otras agrupaciones como La Sonora del Caribe, La Sonora Sensación y La Razón.
Tal vez este hijo de Cartagena pudo tener una carrera mucho más prominente, pero priorizó el bienestar de sus 13 hijos. Por eso no se afanó en buscar un lugar entre las estrellas de aquel cielo nocturno que lo vio nacer como artista, y aceptó ser corista del Joe en su orquesta La Verdad, porque sinceramente le pagaban muy bien.
Estando en La Verdad ganó dinero, recorrió escenarios y grabó canciones con Joe, quien incluso llegó a ser padrino de su hija Leonela Patricia. Pero, tristemente, todo terminó. “El Joe me sacó de su orquesta porque Mary Luz, que es la esposa, no quería gente vieja, sino pelaos que le hicieran los coros… en un momento me molesté, no le hablaba. Después que se enfermó fue que vinimos a renovar nuestra amistad”.
Jhonny terminó su carrera cantando con la Charanga Almendra. Luego conformó su propia orquesta, El Clan de Jhonny, pero solo para grabaciones. El cartagenero compuso alrededor de 40 temas, entre los que figuran Nena, La guagua, Errante viajero y Guaguancó del mosquito. Le puede interesar: La increíble vida en Suma Mauri, una de las únicas islas flotantes del mundo
Hoy se arrepiente de no haber dado sus composiciones para que otros intérpretes las grabaran. Tal vez algunas fueran grandes éxitos y hoy tendría mayor reconocimiento como compositor. Aun así, cuenta con orgullo que participó en 500 grabaciones, en unas como voz principal, en otras como corista y en otras más tocando la güira.
Hoy, a sus 79 años, Jhonny descansa. La noche terminó para el artista. En cambio, Adolfredo vive modestamente en Barranquilla, de día. No tiene lujos, y tampoco parece necesitarlos. Se sostiene con una moderada mensualidad que le paga Sayco, además del ingreso trimestral que recibe por las regalías de sus canciones. No necesita nada más. Disfruta de su familia y tiene un profundo agradecimiento con la música.