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Cultural

A los pies de la virgen: la experiencia de peregrinar en Medjugorje

Hace 44 años comenzó un mensaje de fe en Medjugorje. Hoy, miles siguen acudiendo con esperanza en el corazón.

A los pies de la virgen: la experiencia de peregrinar en Medjugorje

Peregrinos en el llamado Monte de las apariciones, el 24 de junio de 2025. //Foto: David Lara Ramos

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El próximo 24 de junio a las cinco de la mañana la virgen María se volverá a aparecer en el monte Podbrdo o colina de las apariciones”. La frase la pronuncia el líder de un grupo de creyentes que viaja desde España para presenciar el acontecimiento místico.

El peregrino escéptico, en voz baja, pregunta: “¿Cómo puede estar seguro de tal suceso?”. Lo ha dicho con tal seguridad que ni la voz le tiembla. Rafaela, una sacristana que vive hace años en Madrid, eleva sus cejas y con un marcado acento andaluz responde: “Hombre, qué es esto, claro que sí, es que la virgen lo ha anunciao a los videntes, a eso es que vamo’ a Medjugorje”.

La escena ocurre el 22 de junio de 2025 en la ciudad de Dubrovnik, Croacia, allí llegamos luego de un vuelo de más de tres horas (2.667 km) desde el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.

De la ciudad de Dubrovnik al poblado de Medjugorje hay 142 kilómetros que se recorren a baja velocidad. Los acantilados sobre el Mar Adriático entregan un paisaje de vértigo. Con una ciudad antigua, declarada Patrimonio de la Humanidad en 1979. “Aquí se grabó la serie Juego de tronos”, comenta el guía. Son las siete de la tarde, es verano. El sol se ocultará en unas tres horas, quizá sean más de las nueve, hora que se espera llegar a Medjugorje.

La experiencia de peregrinar en Medjugorje. //Fotos: David Lara Ramos.
La experiencia de peregrinar en Medjugorje. //Fotos: David Lara Ramos.

La víspera de Medjugorje: 23 de junio de 2025

Nina nació y creció en Medjugorje. Habla español de España con un marcado acento croata. Frases cortas. Omite artículos, preposiciones y conjunciones que no afectan la claridad de sus frases.

La mañana del día 23 de junio de 2025, lidera al grupo de creyentes para explicar cómo era Medjugorje antes y después de las apariciones. “Antes el pueblo era mucho más pequeño, casas de piedra y tejas de barro, la gente se dedicaba al cultivo del tabaco, uvas y la cría de cabras. Ya veréis los viñedos. Los católicos son mayoría en la región donde estamos, Herzegovina; la región de Bosnia, mayoría musulmana, también hay cristianos ortodoxos. Hoy croatas cristianos, bosnios musulmanes y serbios ortodoxos conviven en un sistema democrático en paz… No quiero hablar de política”.

Nina evade las preguntas sobre la historia de su país y se concentra en la historia de las apariciones. “Mañana, subiremos hasta lo alto de la colina. Quiero contarles sobre el tema de las apariciones de la Gospa, palabra croata que usamos para referirnos a madre María. Todo comenzó un 24 de junio de 1981, cuando Ivanka, que tenía 15 años, y Mirjana, de 16, vieron a una mujer que tenía un niño en brazos. Luego se unieron Vicka y Marija. Luego los chicos Iván y Jakov Colo, que tenía solo 10 años. Algo muy confuso para ellos, estaban temerosos, además había régimen comunista. Al día siguiente volvió a aparecer, se repitió el 26 y trajo el mensaje ‘Mir, mir, mir’, que quiere decir ‘Paz, paz, paz’ en legua croata. Mañana, 24 de junio, tenéis que levantaros temprano, subiremos a las tres y media de la mañana”.

Medjugorje: la peregrinación que nace a los pies de la virgen. //Foto: David Lara Ramos.
Medjugorje: la peregrinación que nace a los pies de la virgen. //Foto: David Lara Ramos.

El peregrino escéptico decide subir a la dos.

El día esperado en Medjugorje: 24 de junio de 2025

Es la una y treinta de la madrugada y el peregrino escéptico está listo para subir. El lugar de hospedaje provee bastones de madera de variadas formas. Palos metálicos de trekking, ideales para el senderismo y marcha en caminos destapados, pero hacia el Podbrdo no hay camino trazado, el caminante escoge la ruta en medio de rocas lisas, brillantes, filosas.

Otros peregrinos van en ascenso con linternas o con la ayuda de la luz de su teléfono móvil. Se escucha una variedad de rezos y cánticos. Las piedras sobresalen en medio de arbustos que crecen al lado de las rocas con un verdor inexplicable. Hay peregrinos que van descalzos, otros de rodillas, cada uno a su ritmo para llegar a la cima, coronada por una imagen de la virgen, donada por una familia coreana, al considerar que su hijo se había curado de una enfermedad por intercesión de la virgen.

Al llegar a la cima, luego de más de cuarenta minutos de ascenso, avemarías en varios idiomas se mezclan con una brisilla helada: Hail Mary, Full of Grace, The Lord is with thee… Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo… Zdravo, Marijo, milosti puma, Gospodin s Tobon….

Llegan cámaras de varios medios europeos.

Han nivelado sus trípodes en medio de la rocas y apuntan sus lentes al infinito. Una estrella fugaz raya con pulcritud el cielo negroazulado de las cinco de la mañana. Una joven coreana, suspira: “That’s the moment”. Cubre su cabeza con un velillo blanco y vuelve sus manos a las cuentas de su rosario.

Medjugorje: un peregrinaje de fe y silencio. //Fotos: David Lara Ramos.
Medjugorje: un peregrinaje de fe y silencio. //Fotos: David Lara Ramos.

La vidente Marija llega por un camino que los peregrinos le abren a su paso. Se arrodilla frente a la imagen de la virgen. Pasan unos minutos y un silencio sin mácula reduce toda manifestación existencial, las cigarras permanecen en silencio. Vuelven los avemarías como si regresáramos a la normalidad terrenal. Los primeros rayos revelan una multitud que ocupa las laderas de la colina. Cientos de peregrinos tienen su propia visión. Más que una necesidad racional es una experiencia de fe.

La experiencia de peregrinar en Medjugorje

Cada peregrino viene a Medjugorje cargado de motivaciones. Marta vive en Lanzarote, Islas Canarias, y volvió a la oración luego del suicidio de su hijo en busca de respuestas. Para ella peregrinar es un llamado espiritual, es unirse en familia y a orar por una vida en paz. Olga, que vive en Madrid, reconoce que ha discernido sobre el valor de la vida y sobre la simplicidad de la existencia. María del Sol, de una vivacidad brillante, ora por su salud y bienestar con una sonrisa a pesar de su dolor físico. Aurelio, aunque dice ser un hombre de poca fe, reza y peregrina con una bondad a la que no le encuentra razón pero le entrega paz. Ana, de Portugal, irradia dulzura, siente que la paz está en la conexión sincera con el otro, en la adoración plena y en la solidaridad con aquel que camina a tu lado.

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Las peregrinaciones continúan. El Vaticano insiste en que las visiones merecen un estudio riguroso. El papa Francisco, en 2019, levantó la prohibición de organizar peregrinaciones masivas y reconoció los beneficios espirituales de aquellos peregrinos que acuden a los sitios de oración en Medjugorje.

*Escritor, periodista y docente de la Universidad de Cartagena.

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