A solo cinco días de su estreno, Adolescencia ha logrado posicionarse entre lo más visto de Netflix y se ha convertido en una de las producciones más comentadas en redes sociales. Con una producción llamativa y una historia impactante, la miniserie ha capturado la atención del público, especialmente los padres de familia.
Dirigida por el británico Philip Barantini y escrita por Jack Thorne, conocido por su trabajo en Enola Holmes, junto con el actor Stephen Graham, la serie narra la inquietante historia de Jamie Miller, un adolescente de 13 años arrestado por el asesinato de una compañera del colegio.
Uno de los aspectos más innovadores de Adolescencia es su cinematografía. Cada episodio ha sido filmado en un plano secuencia, es decir, sin cortes hasta el final, lo que genera una tensión que no disminuye. Lea también: Abogados en Cartagena le ganaron pleito a Netflix: esta es la historia

La serie ha generado múltiples conversaciones en redes sociales, especialmente en torno a la posibilidad de que esté basada en hechos reales. En los últimos años, Netflix ha apostado por producciones inspiradas en crímenes como Dahmer y Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez, lo que ha llevado a muchos espectadores a preguntarse si Adolescencia sigue la misma línea.
Sin embargo, la historia de Jamie Miller no se basa en un caso específico de acuerdo con las declaraciones de Stephen Graham, coescritor y protagonista de la miniserie, quien reveló que la idea surgió a partir de varios informes sobre crímenes cometidos por niños en Inglaterra. Lea también: Sebastián Martínez y su error con una expresión costeña en ‘Medusa’
“Hubo un incidente en el que un niño apuñaló a una niña. Me impactó. Pensaba: ‘¿Qué está pasando en la sociedad donde un niño apuñala a una niña hasta la muerte?’. Y luego volvió a suceder”, explicó Graham en una entrevista con Netflix.
Además de explorar la violencia juvenil, la serie también busca reflexionar sobre la presión que enfrentan los adolescentes en la era digital. Según Graham, Adolescencia pretende cuestionar el impacto de las redes sociales y la información a la que están expuestos los jóvenes, generando preguntas sobre cómo estos factores pueden influir en sus decisiones y comportamientos.