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ATP Challenger: un duelo de viejas pasiones en la cancha

En el ATP Challenger de 2019, Patrick y Art, antiguos amigos y rivales, se enfrentan en una partida que va más allá del tenis.

ATP Challenger: un duelo de viejas pasiones en la cancha

Challengers. // foto tomada de internet

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Dos desafiantes se miran a la cara desde su línea de saque. Uno de ellos viste de negro y guarda para sí mismo la oscuridad seductora que tanto le aporta a su testosterona. El otro usa un uniforme blanco que va a tono con su cabello rubio, expuesto al sol parece un ángel, luminoso y letal ante la vista de un migrañoso.

Ambos se enfrentan en un ATP Challenger, una partida en la que pueden enfrentarse profesionales y jugadores de rankings inferiores, y este partido es un claro ejemplo de ello; el tenista de negro quiere dejar de ser un mediocre fracasado, mientras que el de blanco quiere sumar puntos adicionales para disputar un Grand Slam, y de paso, no decepcionar a su esposa.

Así es como Patrick y Art, oscuridad y luz, vuelven a verse en pleno 2019, luego de tantas historias. Ahora solo hay frialdad y la desconfianza que se le ofrece a un desconocido. Son observados desde la grada por una recatada dama que lleva unas gafas oscuras encima de su rostro, que es un témpano de hielo; Tashi los conoce a la perfección y siempre consideró que un partido de tenis es el reflejo de una relación, una conexión física, el deseo entre dos personas que juegan en la cancha como si su vida dependiera de ello.

Línea de saque

En 2006 Patrick y Art tenían una relación entrañable de hermanos, este par se mantenía invicto desde la infancia. Participaban juntos en torneos de tenis donde les daban hospedaje y alimentación. Compartían habitación, ropa, cigarros y música.

Una noche, durante la celebración de uno de los torneos vieron a la joven tenista Tashi Duncan, una morena de ojos vibrantes y cabello largo que bailaba sin vergüenza delante de los invitados, haciendo de su vestido azul rey un campanario maleable que se agitaba al compás de su silueta.

Fragmento de la película Challengers. // foto tomada de internet
Fragmento de la película Challengers. // foto tomada de internet
Fragmento de la película Challengers. // foto tomada de internet
Fragmento de la película Challengers. // foto tomada de internet

Se presentaron y le propusieron charlar en una terraza a orillas de la playa. Ante el indudable atractivo de los amigos, Tashi accedió. Los tres hablaron de trivialidades hasta la madrugada, dejándoles claro que odiaba perder tanto como a los perdedores.

Marca central

(2019) Tashi mira todas las líneas que conforman la cancha. La pelota rebota tras los golpes de las raquetas. Hace una introspección y se identifica con la marca central. Empuña las manos hasta hacerse nuevas líneas en las palmas con el filo de las uñas.

Fragmento de la película Challengers. // foto tomada de internet
Fragmento de la película Challengers. // foto tomada de internet

Se detiene a observar cada acción y posición corporal, estudia los servicios, los revés, las voleas, cada movimiento. Ya no es la joven extrovertida de 2006, ahora es madre y esposa, una mujer de prestigio. No puede ver un partido sin cuestionar, al fin y al cabo, se ha consolidado como una entrenadora profesional, quien solo se dedica a enseñar porque no pudo ejercer su carrera ante una lesión grave que tuvo años atrás, ahora está condenada a ver el juego como una espectadora más y no como protagonista.

Línea central

En aquel verano de 2006, Art y Patrick le dieron a Tashi el número de habitación de hotel con el típico “si te aburres, puedes visitarnos”. Aquel dormitorio era un chiquero; en el mobiliario colgaban ropa sudada esperando que se secara con la ventilación natural. Había también una pila de zapatos y calcetines malolientes. Se negaban a arreglar el desastre, solo fumaban mientras miraban al techo, descansando sus cuerpos desnudos sobre la misma cama. Esa noche alguien tocó la puerta, vieron que era Tashi. En menos de un minuto rociaron aromatizante por todo el lugar, y la pila de porquería fue barrida a patadas hasta arrinconarla debajo de la cama.

Fragmento de la película Challengers. // tomada de internet
Fragmento de la película Challengers. // tomada de internet

Saque a la izquierda

(2019) Tashi apunta la vista al lado derecho de la cancha, ahí está su esposo intentando dar todo el challenger. No es solo un partido, es el rumbo que tomará su vida conforme a los resultados. Recuerda la conversación que tuvieron en la mañana “si pierdes, nos divorciamos”. Luego observa al adversario, con demasiado talento pero con poca disciplina. Aún recuerda lo ocurrido trece años atrás, moriría si alguien se entera que estuvo enamorada de los dos, o peor aún, de todo lo que pasó entre los tres. Lo ocurrido en los próximos minutos definirá el rumbo de su matrimonio con Art.

A la derecha

(2006) Art y Patrick abrieron la puerta cuando sintieron que el mal olor que se apoderaba del cuarto se había esfumado por la ventana. Tashi entró y se sentó con ellos en el borde de la cama. Entre tragos y preguntas hubo confesiones; “nos conocemos desde niños y hemos vivido todas las etapas, Patrick me enseñó cosas de hombres, es como mi hermano, nos gusta casi lo mismo”, contó Art.

Fragmento de la película Challengers. // foto tomada de internet
Fragmento de la película Challengers. // foto tomada de internet

A la izquierda

(2019) Tashi observa el partido, esta vez es Patrick quien sirve, inmediatamente su marido reacciona del otro lado y recibe el impacto de la pelota. Tiene miedo de quien alguna vez fue su mejor amigo, los años no le han quitado la inseguridad, siente su respiración y energía, una que no concibe descifrar.

Art, personaje de Challengers. // tomada de internet
Art, personaje de Challengers. // tomada de internet

Patrick lo hace sensacional, aunque nunca ha podido dejar el cigarrillo y ser tan exitoso como su mejor amigo, que coordina perfectamente la distancia de su cuerpo con la pelota, tiene un agarre firme y un giro de mano medido correctamente.

Challengers. // foto tomada de internet
Challengers. // foto tomada de internet

Tashi no sabe por qué eligió a Art en lugar de Patrick, quizá fue su falta de disciplina lo que la desanimó. Siempre quiso ayudarlo a dejar los vicios, pero era terco, mientras que Art era dócil y sumiso, por eso fue fácil entrenarlo hasta convertirlo en un profesional. Ese mérito es para ella. Actualmente, Patrick no tiene con qué pagar su tarjeta de crédito, y eso vuelve loca a Tashi: que se vea sucio, desarreglado, que siga siendo el amante perfecto y un completo desastre.

¡Deuce!

(2006) Todavía en la habitación y luego de las primeras impresiones, Tashi se siente atraída por el tímido Art, lo besa apasionadamente y luego hace lo mismo con el plato fuerte, su mejor amigo Patrick. La conexión se intensifica, testosterona y feromona revoloteando por la alcoba, como una pelota pendiendo de dos raquetas. Tashi se hace a un lado y deja que los dos continúen, ellos siguen como si Tashi no se fuera apartado.

Challengers. // foto tomada de internet
Challengers. // foto tomada de internet
Challengers. // foto tomada de internet
Challengers. // foto tomada de internet

Set 1

(2019) Tashi mira de izquierda a derecha, buscando al campeón con quien regresar a casa una vez estén listos los resultados de ese challenger. Pero la suma de puntos no le da claridad a su mente de cuál será su match point.

Fragmento de la película Challengers. // tomada de internet
Fragmento de la película Challengers. // tomada de internet

Challengers es una película de comedia deportiva romántica estadounidense del 2024 dirigida por Luca Guadagnino (también director de Call Me By Your Name con Timothée Chalamet), protagonizada por Zendaya, Josh O’Connor y Mike Faist. Fue apertura del 80º Festival Internacional de Cine de Venecia.

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