Cuando Isabel Allende era niña tuvo una infancia llena de terrores, de modo que los libros fueron una suerte de escudo, así como los creadores de mundos donde se sentía a salvo. Ahora, a sus 81 años, la chilena se estrena en un “territorio desconocido”, el de la literatura infantil, con “Perla, la súper perrita”.
Son las 10 de la mañana en Los Ángeles (Estados Unidos), pero Allende (Lima, 1942) ya ha ido al gimnasio, ha contestado a varios ‘mails’ y se ha preparado para atender a EFE vía telemática con motivo de la publicación de su primer libro infantil (Penguin Kids) -ilustrado por Sandy Rodríguez- que saldrá a la venta el 30 de mayo en todos los países de habla hispana.
Una historia en la que hace protagonista a su perrita Perla, la “segunda más inteligente” de todos los perros que ha tenido desde que es niña, esa etapa que recuerda llena de “terrores” porque Allende -cuyo padre fue primo hermano del presidente chileno Salvador Allende- vivió moviéndose “de un país a otro, dejando escuelas, dejando amigos, cambiando siempre y siempre”. Lea aquí: Fallece escritor colombiano Antonio Mora Vélez: un legado de literatura de ficción
“Era la nueva en el colegio, me escondía en un rincón, en el patio, detrás de un libro para que no se notara lo sola y lo asustada que estaba (...) Los libros no solo me protegieron como un escudo, sino que me permitieron crear un mundo imaginario donde yo me sentía a salvo”, dice a EFE la autora de ‘La casa de los Espíritus’.
“Hay tantos niños asustados que quisiera decirle que todo va a estar bien, defiéndete, habla, comparte, busca amigos, pero es tan difícil (...), eso tienen que tratarlo los padres y los maestros tienen que estar observando; si el niño no se atreve a hablar hay que darle la oportunidad para que lo haga”, apunta. Lea aquí: Una carta para Bebé reno: enviada desde mi iPhone
Así que se ha aliado con Perla, una perrita despeluchada y negra que llegó a su vida después de que falleciera su exmarido, el dueño de este can con el cerebro del “tamaño de una nuez”, pero con dos cualidades: la de derretir el corazón de la persona “más dura” y la de gruñir, ya que debido a un problema con las cuerdas vocales Perla no ladra: “si no la estás viendo crees que es un policía alemán”, bromea.
“La literatura infantil es exactamente lo contrario, es una línea recta, una sola historia lineal, no hay distracción; y eso me cuesta mucho, es complicado. Escribí primero el cuento y después me puse a cortar, cortar, cortar y mientras más le cortaba, más me dolía, porque yo estoy acostumbrada a crear un universo”, reconoce acerca de la dificultad de este “territorio totalmente desconocido”. Lea aquí: Estas son las principales búsquedas de la obra de Alice Munro en Colombia
Convencida del poder de la literatura infantil, la escritora comenzó el pasado 8 de enero, como hace desde siempre, a escribir su nueva novela adulta, pero en esta ocasión ha empezado a trabajar sobre dos ideas, “dos semillitas”: una novela histórica y una memoria.