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Cultural

Me voy de viaje por el Día de la Madre y dejo a mi hijo

La excusa fue una nota sobre la culpa y la maternidad, el resultado fue una iluminación personal que vale la pena compartir. Hablemos de maternidad consciente.

Me voy de viaje por el Día de la Madre y dejo a mi hijo

Foto: Ilustración. //123RF.

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Armo mi maleta con detenimiento. Ropa para dormir y para el día, verifico el clima, hay que buscar una chaqueta, y mientras mi cuerpo ejecuta acciones sencillas de buscar, doblar y guardar, mi cabeza se repite las razones por las que decidí que necesitaba un fin de semana para mí, para visitar a mi hermana y volver a conectar con el silencio de mis pensamientos. Mi hijo se queda en casa con papá. Lea: El Día de la Madre impulsará el turismo en Colombia

A la decisión no le di tantas vueltas: es por mi bienestar, dije desde el día uno. Ahora, unas horas antes de abordar el avión debo repasarlo para mí, de forma consciente: este es mi momento de bienestar, de mujer, de hermana que necesitaba hace algún tiempo. Voy a recargar para volverme a conectar con fuerza y mayor energía. Y cierro la maleta.

El sentimiento es usual, las mujeres/mamás tenemos un reto que por ocasiones parece titánico. He escuchado por estos días historias de amigas y conocidas que se siguen preguntando cómo equilibrar los roles y alinearlos para que funcionen. Lo confieso, cuando pensé en escribir hoy solo podía pensar en la culpa, esa sensación de desesperación que sentimos cuando no somos un todo para nuestros hijos, cuando hacemos cosas distintas a maternar, entonces llegó el enfoque que mi vida (y este texto) necesitaba, el de un experto.

A las 10:30 de la mañana llamé al doctor Elías Geney Castro, psicólogo en terapia de familia y parejas, doctor de psicología, que además es profesor en la Universidad Tecnológica de Bolívar (UTB), fingí que la historia era ajena pero en el fondo estaba mi rol de mamá buscando respuestas: ¿Cómo se hace para no sentir culpa?, pregunté.

He escuchado por estos días historias de amigas y conocidas que se siguen preguntando cómo equilibrar los roles y alinearlos para que funcionen.

Mientras escuchaba en silencio mi planteamiento, me lo devolvió en afirmativo. “El reto hay que verlo desde lo positivo: el ejercicio de la maternidad implica el desarrollo individual, entre esas la constante pregunta de ¿cómo soy cada día mejor?, y eso sí, implica trabajo”, indica Geney. Lea: ‘Las cosas por contar’: mujeres al frente de un sueño colectivo

Él hablaba y mi mente implosionaba: es verdad.

El desarrollo de la maternidad consciente

La clave es pensar en el bienestar del individuo. Es decir, en el bienestar de Juliana, Liliana, Andrea y todos los roles que ellas encarnan. El doctor Geney me acompaña a conocer entonces 5 condiciones que se pueden sentir obvias después de escucharlas, pero a la luz de ellas vale la pena darle una segunda mirada a nuestros roles, todo basado en la psicología positiva a partir del enfoque del psicólogo Martín Selig-man.

1. Emociones positivas. ¿Cuánto nos enfocamos en la cantidad de horas que trabajamos o la falta de sueño? ¿Cuántas veces agradecemos? Vale la pena entonces revisar de qué afirmaciones nos llenamos y cómo nuestra energía se mueve hacia ellas. ¿Y si doy gracias por la oportunidad de viajar y ver a mi hermana en vez de buscar algo negativo en el paseo?

2. Compromiso. “Aquí hablamos del compromiso en todas las áreas del desarrollo. Cuando uno tiene consciencia de ese compromiso, le dedica el tiempo porque ya sabes las responsabilidades que implica y la importancia que tiene para mí”, dice el doctor Geney.

3. Relaciones. ¿No has sentido alguna vez que las relaciones salvan? Estas son claves para ese equilibrio de roles que perseguimos las madres, están las personas que te nutren de información, quienes están ahí para hacerte un favor o facilitarte algún momento, y está el apoyo emocional, es más complejo de encontrar y uno de los más vitales.

4. Sentido. “Cuando trabajo en función de las metas, las cosas no sólo las mido como carga pesada sino como mecanismo de crecimiento. Es buscar ese significado a su propia vida”, indica el doctor.

5. Metas cumplibles. La mejor forma de medir cómo avanzo es sabiendo los pasos que debo alcanzar, la propuesta es probar tu suficiencia poniendo metas.

Así que me voy de descanso de fin de semana y estoy muy agradecida por la oportunidad de viajar (sentimiento positivo); a ver a mi hermana (apoyo emocional), porque quiero compartir algunas novedades con ella y hacerla sonreír (meta), porque ella es muy importante en mi vida (sentido) y porque quiero también dedicarme tiempo a mí (compromiso de bienestar).

Mamá, si estás hoy intentando descifrar cómo hacerlo todo, quiero que sepas que te acompaño y sé que muchas más, vivamos conscientemente nuestras facetas de madres, amigas, esposas, hermanas, profesionales y mujeres, sí se puede, comprometámonos con nuestro bienestar y crezcamos en el camino.

Las abrazo.

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