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Cultural

“Netiquette”: Los buenos modales se trasladan a las redes

Las primeras impresiones son importantes, en el ámbito laboral, se ubican como un elemento decisivo, allí ese efecto puede validar o definitivamente poner fin a una elección.

“Netiquette”: Los buenos modales se trasladan a las redes

Las redes sociales también son un espacio para dar práctica a los buenos modales. FOTO RF123

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El mundo decidió mudarse a las pantallas. Resulta inconcebible una jornada laboral, social y hasta personal sin un teléfono a la mano. Al ser uno de los grandes avances de la tecnología, su uso ha permeado la vida diaria, a tal punto que tener un móvil es un servicio básico.

En la actualidad, los espacios compartidos inevitablemente llevan las pantallas incluidas, los mensajes fluyen como el aire y aunque su misión es acercar a quienes están lejos, irremediablemente han llegado a alejar a las personas que están más cerca.

Existe una fina línea que siempre ha marcado el saber estar y los buenos modales, se trata de reglas básicas que desde siempre han acompañado la vida misma, sin embargo, no están en riesgo de desaparecer por el hecho de que buena parte de las relaciones se desarrollan a través de un dispositivo móvil.

La experta Jihan Chaar, consciente de que el mundo está en constante evolución y que el creciente papel de las plataformas ha impactado notablemente en la interacción personal, advierte sobre algunos puntos a tener en cuenta para que ésta se mantenga de la forma más afectiva y respetuosa.

“Cuando hablamos de etiqueta, hacemos referencia al respeto y consideración que tenemos hacia los demás. Hacia los invitados si somos anfitriones o los anfitriones si es lo contrario, en este caso cuando se trata de etiqueta social, que bien puede adaptarse a todos los demás aspectos cotidianos”, explica la experta.

De la misma forma, agrega que seguir correctamente el protocolo del evento, ya sea vestuario, horarios, y demás detalles, llevan a que se cumpla con una norma establecida de atención, lo demás llegará conforme se hace presencia en el mismo.

La etiqueta siempre ha sido una herramienta para empoderarse y encajar en cualquier entorno”

Jihan Chaar

De ese proceso aprendido se derivan otras situaciones, como entender las diferentes culturas para cumplir a cabalidad con el protocolo y eso lleva a entender lo que en la misma prevalece y lo que no está permitido. “Vale aclarar que la etiqueta tiene una base en todas las culturas, y es el respeto”, manifiesta Jihan Chaar.

Si bien es cierto que las normas de etiqueta están establecidas y no hay necesidad de hacerles cambio, hay un problema que las rodea y el mismo radica en que un grueso número de personas considera que no las necesita y no son importantes, por esto es que la gente sigue siendo impuntual, no cumple con el código de vestuario en un determinado lugar y le “daña” la foto al anfitrión, no respeta la fila en el bufet, como tampoco acata los lugares asignados en una convención.

La lista es larga, indica la experta, quien afirma que esta norma de urbanidad alude al comportamiento en general soportado en cualquier situación del día a día, incluso, debe mantenerse en las reuniones más informales de familia y amigos, y lo más actual, en una conversación digital.

A un clic del saber estar

Las publicaciones en redes sociales están a la orden del día. Por medio de esas plataformas hay un permiso implícito a que el mundo conozca más allá del usuario y, por tanto, al ser una interacción, también va a requerir del rigor de una formalidad.

Incorporar la etiqueta en el contexto de la tecnología, es prácticamente un hecho para la vida actual, y se aclara que existe un término que la define en medios digitales. “Netiquette” es todo ese entorno que vincula las pautas de comportamiento en internet, involucrando desde las redes sociales hasta los correos electrónicos.

Con las mismas se interpreta el respeto en general a través de cualquiera de estos medios, explica la experta. “Es deber nuestro aprender a implementar esta nueva etiqueta respetando horarios, la manera que empleamos para dirigirnos a los demás, el uso de emojis, lo mismo que la fotografía publicada en cada uno de los perfiles, porque esa imagen lleva un mensaje, al ser un WhatsApp empresarial, este no puede ser equivocado”, agrega.

Cuando se publica una fotografía en redes sociales, expresamente se permite a las personas que la siguen hacer una historia a través de la misma. “Siempre indico que una imagen nuestra es la narrativa de una historia y dependiendo de esa publicación se le está dando autoridad a una persona para que narre lo que quiera sobre nosotros”, advierte Jihan Chaar.

Actualmente la interacción en redes sociales es el aspecto que mayor rigor requiere de una línea de comportamiento, sin embargo, al no estar claro, se ha complicado, toda vez que no se le da la importancia a ese mensaje emitido, sea a través de la mala ortografía, en un horario inusual, con un emoji a personas de mayor rango, o una fotografía fuera de lugar.

Cabe anotar, que no responder tiene la connotación de “tu mensaje no es importante para mí” y ahora, cuando los últimos cuatro años han definido esa comunicación digital en un nivel de atención general, la etiqueta se hace fundamental e ineludible.

En resumen, una persona que mantenga vigentes las normas de etiqueta tendrá un diferencial que le hará memorable. La etiqueta, más que una necesidad, es y será una herramienta útil en cualquier aspecto de la vida.

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