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La historia del profesor alemán que ayuda a jóvenes en Colombia

La Beca Konder que lleva el nombre es su gestor, el profesor alemán Peter Paul Konder, celebró 20 años, con 1.340 becarios colombianos.

La historia del profesor alemán que ayuda a jóvenes en Colombia

El profesor y filántropo Paul Konder, guardián del educación en Colombia. //Cortesía

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El profesor y filántropo alemán Peter Paul Konder, nacido el 29 de mayo de 1928 en Trier (Alemania), despertó atormentado por la catástrofe de Armero en aquel noviembre de 1985, y las imágenes de la niña Omaira Sánchez muriendo de pie, sepultada en vida, bajo el lodo del volcán Nevado del Ruiz, quedaron para siempre en su corazón.

El pueblo con sus 25 mil habitantes, sucumbió y quedó sepultado bajo la avalancha del volcán y del río Lagunilla.

Conmovido por esa tragedia, el profesor Konder, graduado en Matemáticas en la Universidad de Tübingen, y doctorado en la Universidad de Mainz, cofundador del Círculo de Amistad Colombo Alemán (DKF), en 1981, promovió en Alemania, una campaña de solidaridad para los sobrevivientes de aquella tragedia, trasladados a Lérida. Con ayuda y donaciones el DKF logró construir cuatro años después, en 1989, la escuela de formación profesional para 700 estudiantes, el Instituto Técnico Colombo Alemán, que aún existe. No era solo crearla, sino dotarla con todos los servicios, un bus escolar que se logró con las donaciones de amigos y amigas de Alemania, convocados por el DKF, embellecerla con murales realizados por artistas como César Bertel, quien hizo un inmenso mural de la selva colombiana y promovió talleres artísticos con estudiantes. Le puede interesar: El Universal, el periódico que ha sido escuela de mujeres escritoras

Al celebrarse una década, en 1999, el director de la escuela se acercó al profesor Peter Paul Konder y le presentó a un grupo de muchachos que se habían graduado de bachiller con el más alto rendimiento académico y provenían de familias muy pobres. El profesor Konder vio en los rostros de aquellos muchachos el anhelo ansioso de seguir estudiando y continuar en la universidad, pero no tenían esperanza de nada en Lérida. El profesor Konder los abrazó y animó a seguir estudiando, y en ese instante, tuvo la esperanza visionaria de que él crearía una beca con su nombre para apoyar a aquellos jóvenes colombianos. Fue así como nació en 2004 la Beca Konder, gracias al profesor Konder, quien forjó su fundación con un capital inicial de 50 mil euros, nos revela Gerald Gassmann, uno de sus amigos más cercanos. Desde aquella tarde de 1999 hasta 2004, ya había financiado de su propio bolsillo diversas becas a jóvenes talentosos pero desamparados.

Un alemán en el trópico

Vino por primera vez a Colombia en 1956, con su esposa, la médica Maria Luise Konder, quien se vinculó al Colegio Andino de Bogotá y más tarde, a las universidades de los Andes y Nacional de Bogotá. Su descubrimiento de Colombia fue un amor a primera vista y un deslumbramiento que lo acompañó siempre. El profesor Konder vivía y soñaba por Colombia. Deliraba por el presente y futuro de las aldeas y ciudades de Colombia. Cuando le dijeron que tenía que regresar, se le arrugó el corazón y volvió a Mainz en 1968, involuntariamente, pero sus amigos más cercanos como Mario Laserna lo consolaron diciéndole que él podía hacer más milagros de los que ya había forjado, viviendo en Alemania que en Colombia.

Era un eminente y maravilloso caballero el señor Konder: Doctor, profesor en Matemáticas y Senador Honorario vitalicio de la Universidad Johannes Gutenberg de Mainz, profesor honorario de las universidades de los Andes y del Norte de Barranquilla, miembro honorario de la Sociedad Colombiana de Matemáticas. Su travesía profesional le merecieron la Cruz al Mérito del Gobierno de Alemania, la Orden al Mérito del Gobierno del estado federado de Renania-Palatinado, Orden Nacional al Mérito por el Gobierno de Colombia. Se enorgullecía de haber consagrado todas sus vigilias en crear la Fundación Beca Konder-Stiftung, con la que apadrinó sueños e ilusiones de estudiantes sin recursos y financió sus estudios universitarios. En 1975 hizo la primera pasantía en la Universidad del Norte, a través de cursos de profundización de tres meses para profesores de matemáticas. Como Cofundador del Círculo de Amistad Colombo-Alemán, impulsó múltiples iniciativas sociales con una obstinación amorosa y sin límites: el Instituto Técnico Colombo-Alemán (Scalas– DKF) en Lérida, el programa “Los niños de Lidia”, que auspició estudios y dotación de colegiales del Barrio La Paz en Barranquilla. Lea aquí: El arte de Joaquín Restrepo sigue deslumbrando en Estados Unidos

El profesor Konder murió el 7 de febrero de 2005, a sus 76 años, desprendiéndose de todo su patrimonio y donándolo a la Fundación Beca Konder, para seguir apoyando a los jóvenes estudiantes colombianos que no tienen recursos para continuar sus estudios universitarios.

La siembra filantrópica

La misión del profesor Konder, la continuaron la señora Lizette Arbeláez, miembro del DKF, quien se retiró en 2020, y han proseguido con esa labor Erwin Hilb, sucesor en el consejo de administración. Los miembros de la fundación cumplen una misión Ad honorem. Karl Kästle es corazón y motor de la fundación, y mantiene correspondencia con todos los becarios, se encarga de comprobar documentos de solicitud y transacciones bancarias con los becarios.

Los frutos en el tiempo

La mayoría de los becarios surgieron de la escuela de Lérida y se han multiplicado por el país: Ibagué, Bogotá, Medellín, Barranquilla, Yopal, entre otros. En este 2024 en que se celebran 20 años de su beca, ya se han beneficiado 1.340 jóvenes que han expresado con videos y textos su gratitud por la obra filantrópica del profesor Konder.

“En estos 20 años de la Fundación, han transformado vidas, inspirado sueños y dejado un legado perdurable”, ha expresado Yadir Salazar Mejía, embajadora de Colombia en Alemania, quien en su inicio como diplomática fue testigo de la devoción y el amor del profesor Konder por Colombia. Lea aquí: “Dos o tres inviernos”, de Alberto Sierra, una novela inolvidable

“Su trabajo es un testimonio del poder transformador de la educación y del impacto que una organización comprometida puede tener en la sociedad”. Han llovido mensajes de distintos lugares de Colombia y del mundo al Círculo de Amistad Colombo Alemán por los frutos de esta obra monumental.

Un camino de ida y vuelta

La misión social y humanística de DKF al igual que la Beca Konder no han cesado, y a estas propuestas sociales y humanísticas, se han sumado artistas, escritores, gestores, artesanos, músicos, ambientalistas, abriendo caminos entre Colombia y Alemania. Es una experiencia de ida y vuelta, de alianza y cooperación mutua, que surgió de alemanes que al conocer a Colombia quedaron hipnotizados con la belleza, exuberancia, singularidad o encanto de sus habitantes.

Gerald Gassmann, de la junta directiva de la Fundación Beca Konder, vinculado a Colombia desde hace más de cuatro décadas, recorre los rincones recónditos del país junto a su esposa Carmen Gassmann, y prosigue con su humanismo y filantropía el espléndido legado del profesor Konder. Quizás le interese: Iris Apfel: una viejecita glamurosa que conquistó el mundo

El espíritu del profesor sigue palpitando en el espíritu de Gerald, Erwin y Karl, quienes lo recuerdan como un gran ser humano “de inagotable alegría de vivir y energía ilimitada” y son ellos en la actualidad, los guardianes de su siembra majestuosa y monumental. Con esa alegría de vivir y soñar despertaron los 1.340 jóvenes colombianos cuando recibieron la noticia de que la Fundación Konder los había becado para seguir sus estudios. Gracias al profesor Konder.

El fallecido profesor alemán Peter Paul Konder, creó la Beca Konder, que ha becado a 1.340 estudiantes en Colombia.

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