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Cultural

El legado de Cledis Ortiz Machado sabe a pizzas en Getsemaní

Frente a la iglesia de la Trinidad se ubica un emprendimiento familiar soñado y forjado por una madre cabeza de hogar. Con él, sus hijos luchan contra la gentrificación.

El legado de Cledis Ortiz Machado sabe a pizzas en Getsemaní

Getsemaní Pizza, un emprendimiento familiar que conquista paladares. //Fotos: cortesía

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En la plaza de la Trinidad, justo frente a la iglesia del mismo nombre, hace cerca de 20 años Cledis Ortiz Machado dio el primero de muchos pasos para constituir un establecimiento que hoy le rinde homenaje a su tenacidad y esfuerzo.

Esta getsemanisense trabajaba como jefe de cocina en un hogar infantil de su barrio y los sábados tenía una mesa de fritos, pero tras sufrir trombosis y parálisis en su rostro le prohibieron acercarse a las altas temperaturas del fogón.

Por esos días, en la céntrica plaza había una pizzería a la que ella, por vivir enfrente, le guardaba el horno y las sillas. Ese negocio se estaba yendo a pique y a su propietaria se le ocurrió ofrecérselo a Cledis. Consciente de que no podía volver a sacar su mesa de fritos, visionó una nueva oportunidad de negocio y -sin escuchar la protectora negativa de sus cuatro hijos- la tomó. Lea: El barrio de Cartagena que tomó las riendas y se rescata a sí mismo

En un principio ubicó el horno en el andén de su casa, frente a la plaza de la Trinidad en Getsemaní, y en compañía de un pizzero vendía la porción de pizza con el vaso de gaseosa a 1.500 pesos. Solo abría viernes, sábados y domingos, y sus hijos la ayudaban a tomar los pedidos y repartir las pizzas. Cledis se encargaba de todo lo de más: hacer compras, pagar a proveedores, ser el cerebro detrás de un emprendimiento que la emocionaba y le permitía costear algunos gastos de su hogar.

Pasaron algunos años y la autenticidad cultural de Getsemaní comenzó a proyectar este sector de Cartagena como un ‘boom’ para el turismo. Cada día se instalaban más hoteles y restaurantes, cuando en 2010 una mujer paisa le hizo una tentadora oferta a Cledis: alquilar el espacio donde tenía el horno para ubicar allí mesas, donde se sentarían comensales de una cocina a unos 500 metros, por un millón de pesos. La madre soltera incluso llegó a aceptar, pero ante tal propuesta sus hijos se percataron del potencial del sitio y la retractaron diciendo ser los dueños del lugar. Lea: Los atractivos de Getsemaní como epicentro del turismo en Cartagena

“Ella me dice: “con ese arriendo tenía un millón de pesos fijos, ¿qué me ofreces tú? Yo le respondí, madre vamos a hacer un préstamo. Yo tenía la facilidad de adquirirlos, entonces lo conseguimos y lo primero que hizo fue la cocina que siempre soñó, la agrandó como está ahora”, relata Yesid Escobar Ortiz, el segundo de sus cuatro hijos.

Después se compró un nuevo horno, tres mesas; su hijo menor, Ronald, renunció a la pizzería en la que trabajaba en Manga un día que el pizzero contratado por Cledis no llegó y así, esta mujer inició la que es hoy la historia de ‘Getsemaní Pizza’, de la mano de dos de sus hijos. Entre 2015 y 2016, el establecimiento fue nombrado y empezó a abrir todos los días.

“Empezamos a trabajar con el horno adentro por unos operativos de Espacio Público. Esa dependencia fue la causante de que el negocio creciera. Nosotros estábamos afuera con el horno, vendiendo las pizzas por porciones, cuando nos dijeron que no lo podíamos tener afuera porque era peligroso para quienes pasaban, se podían quemar”, narra Ronald Escobar Ortiz.

Agrega que “le dije a mi mamá, “no pasa nada”; pusimos el horno en el patio, acomodamos las mesas y sillas como pudimos en la sala y empezamos a vender porque no se podía perder la noche. Dicho y hecho, ese día con el favor de Dios, las tres o cuatro mesas que teníamos dentro pasaron llenas y nos pidieron muchas pizzas para llevar. Nos dimos cuenta que el negocio no era solo vender con el horno afuera, sino que también lo podíamos tener dentro y aprovechar la terraza para ordenar las mesas”. Lea: Getsemaní, el Times Square de Cartagena donde vale la pena fotografiarse

Pizzas sabor a Getsemaní

Apenas fue nombrado, el emprendimiento familiar hizo una carta que mezcla pizzas básicas, con sus respectivos nombres comunes, y pizzas especiales con nombres de calles y plazas de Getsemaní, por lo que “al abrir la carta te vas a encontrar jamón y queso, pollo y champiñones, salami, etcétera, y a la derecha los sabores especiales: Media Luna, Rincón Guapo, Lomba, Sierpe, plaza de la Trinidad, callejón Angosto, entre otros”, precisa Yesid. Lea: Getsemaní celebra la Independencia de Cartagena con su Cabildo de Negros

Gracias a su madre y a ‘Getsemaní Pizza’, él es administrador de empresas y su hermano Ronald es economista con maestría en gestión financiera, encargados de la parte operativa y administrativa del establecimiento, respectivamente, pero asumiendo cualquier rol ante novedades e imprevistos.

Son 11 las personas detrás de esta pizzería con sabor a Getsemaní, que con los años ha ayudado a cumplir muchos sueños profesionales y le ha hecho la lucha a la gentrificación de este sector.

En memoria de Cledis

Cledis Ortiz Machado no está de cuerpo presente en la pizzería porque falleció hace tres años, pero todo lo que podemos ver allí tiene su ingenio, su energía, su nombre y apellido, la esencia de una madre cabeza de hogar cartagenera, que pese a ser analfabeta y tener quebrantos de salud visionó una oportunidad de negocio e hizo realidad su sueño.

“Este es un emprendimiento familiar construido a base de mucho esfuerzo, de muchos sacrificios y disciplina por parte de mi mamá. De hecho, la salsa de la pizzas se hace tal cual ella siempre la hizo. No se cambió en memoria de ella”, expresa Yesid.

El lunar

Ronald cuenta que en 2018 lograron dos contratos temporales de aprovechamiento económico con el Distrito, por un total de nueve meses, pero apenas hubo cambio de Administración no fue posible ni uno más. Asegura que ellos, como todos los comercios formales de la zona, viven jugando al gato y al ratón con Espacio Público. Lea: Espacio Público instaló mesa de trabajo con comerciantes de Getsemaní

“Nosotros como comerciantes legalmente constituidos somos los que pagamos los impuestos, así como el alumbrado público y barrido a los comerciantes informales de la plaza. Y ellos tienen confianza legítima, pero nosotros, que estamos en igualdad de condiciones, porque también somos raizales de Getsemaní y tenemos el tiempo de permanencia en el sitio, no podemos tenerla por estar legalmente constituidos. Hemos estamos dispuestos a pagar, nos hemos reunidos con entes gubernamentales, pero el Distrito no ha estado dispuesto a hacer un contrato de aprovechamiento económico con nosotros”.

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