Tras una vida dedicada al arte y la música, Gina Banfi de Abello, reconocida maestra y pionera del canto coral en Barranquilla, falleció dejando un legado imborrable en la escena musical de la ciudad. A la edad de 92 años, su partida ha conmovido a toda una comunidad que reconoce su invaluable contribución al desarrollo cultural de la región.
La noticia fue confirmada por su hijo, el reconocido periodista Jaime Abello Banfi, a través de las redes sociales, informando que las exequias se llevarán a cabo el próximo domingo 3 de marzo en Barranquilla, en Jardines de la Eternidad. Lea aquí: Estos trabajos compiten por Mejor Crónica de Carnaval ‘Ernesto McCausland’
Gina Banfi de Abello no solo fue una destacada maestra, sino también la formadora de talentosos artistas que han dejado una huella imborrable en el mundo. Entre sus pupilos se encuentran figuras de renombre como Shakira, pues su madre, Nidia Ripoll, le pidió que la prepara para su participación en el Festival de Viña del Mar en 1993, la primera vez que la barranquillera tendría una salida internacional.
El reconocimiento y el aprecio ciudadano hacia la artista eran palpables en Barranquilla, donde su labor como formadora y su dedicación al arte coral fueron fundamentales para el fortalecimiento de la cultura en la ‘la Arenosa’. Lea aquí: Falleció el cineasta italiano Paolo Taviani
En declaraciones para la revista Huellas de la Universidad del Norte en 2009, Gina Banfi de Abello recordaba sus inicios en el mundo de la música, destacando su pasión por el piano desde una edad temprana, luego de errar con la pintura, puesto que a pesar de que su padre era un pianista comprometido, Gina no heredó su habilidad con los pinceles pero sí con las teclas del piano.
En un comunicado, la Fundación Gabo expresó su inmensa tristeza por el fallecimiento de Gina Banfi de Abello, madre del director de esta fundación.
La Fundación destaca que “Banfi desarrolló una importante trayectoria en escenarios culturales y sociales de Barranquilla como integrante de coros y formadora de nuevas voces. En su infancia, en el colegio Lourdes, estudió piano, uno de los primeros instrumentos que tocó en su casa, gracias al Steinway que su abuelo Pellegrino Puccini importó desde Europa. Se crió en un ambiente musical y artístico, acudiendo en compañía de su madre a óperas como La Traviata y Rigoletto en el desaparecido Teatro Apolo”.