Desde este fin de semana y hasta el próximo 25 de febrero en el Museo Nacional de Colombia, un grupo de mujeres indígenas trans protagonizarán la exposición ‘Awera en Bakatá’.
Pertenecientes pueblos embera chamí y embera katío, han realizado las obras que componen esta exposición para evidenciar su proceso de reconocimiento político y social. Lea aquí: Desfile en Carnaval de Río será inspirado en almanaque español del Siglo XVI
Mediante la exposición ‘Awera en Bakatá’ se busca visibilizar la historia y el trabajo de este colectivo, que busca establecerse como un cabildo autónomo y resguardo transindígena.
Luego de haber sido desplazadas de sus respectivas comunidades, debido a su orientación sexual e identidad de género, Las Traviesas se han reunido en el municipio de Santuario (Risaralda), para ‘nacer comunidad’, creando una nueva familia y organización comunitaria.
El nombre del grupo encuentra sus cimientos en el sustantivo travieso(a), que significa “atravesado”, “oblicuo” o “descarado”, e incluso puede tener una connotación sexual. Igualmente, dicha expresión hace referencia a la cosecha menor de café, llamada “traviesa” o “mitaca”, que se realiza comúnmente seis meses después de la cosecha principal. Lea aquí: ¡Prográmate! Así será la tradicional Noche de Candelas en Cartagena

En Santuario, Las Traviesas no sólo han encontrado trabajo recogiendo café en las fincas cercanas, sino que se han agremiado y recibido el apoyo de su creciente comunidad transindígena, conformada por aproximadamente cien miembros. Lea aquí: La poeta colombiana Luisa Villa recibe el premio Gabriel Celaya de Poesía
Las piezas exhibidas en Awera en Bakatá son el resultado del laboratorio de co-creación realizado en la sala Talleres del Panóptico del Museo Nacional de Colombia y de talleres multimedia dirigidos por la comunidad y artistas invitados en Santuario, durante 2021. Estas creaciones interactúan y dan lugar a un diálogo íntimo entre los diversos orígenes e imaginaciones, comunicando las aspiraciones de Las Traviesas para fortalecerse como comunidad transindígena.

La exposición habla de la necesidad de propiciar colaboraciones inesperadas y de nuevos e imprevisibles parentescos, que van más allá de las habituales relaciones genealógicas, etnocéntricas y antropocéntricas. Mediante el trabajo artístico y comunitario, se promueven espacios para el encuentro, la libre expresión y el intercambio de saberes, con lo cual se da continuidad a procesos de ciudadanía y gobernanza, cultura e identidad, creación y emprendimiento.
