El concurso, organizado por la Secretaría de Cultura de México, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura y el Instituto de Cultura y Artes del Estado de Campeche, concedió el galardón a la autora por su obra ‘Mi amiga telepática’. Durante la ceremonia de premiación, que se llevó a cabo en Campeche, ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad, el jurado entregó por primera vez en su historia este galardón a una escritora extranjera.
Destacó “la maestría de la autora tanto para evocar una voz narrativa infantil muy verosímil como para combinar elementos imaginativos y cotidianos, lo que da como resultado un relato de múltiples capas anecdóticas y emotivas”. Asimismo, resaltó “el abanico de temas complejos y profundos de la obra, sin perder el sentido del humor y evitando los juicios de valor y lecciones morales propias del mundo adulto; mantiene de principio a fin la frescura y espíritu crítico de su narradora protagonista”. Lea aquí: Teresita Gómez es homenajeada en el Metro de Medellín
‘Mi amiga telepática’ es la historia de Paloma, una niña que inventa conversaciones mentales con otra niña que vive en el vientre de su madrina, para explicarle cómo es el mundo. Un mundo en el que hay madres que se van, abuelos que se separan y bisabuelas octogenarias que usan la telepatía para hablar con los insectos, las plantas, las personas, los objetos y hasta con las piedras.
“Me gusta creer que la literatura infantil puede ser leída por los adultos. Científicos, académicos, políticos y hombres y mujeres de este tiempo podrían leer al menos un libro infantil al año. Quién sabe, a lo mejor en sus páginas de un cuento se reconcilien con su niño interior y sanen viejas heridas, tal vez encuentren nuevas preguntas que hacerle a la vida, o simplemente sonrían”, dijo Hernández Apraéz en la ceremonia de premiación. Lea aquí: “Bajo el silencio del mar” llega a la Feria del Libro en Guadalajara
Para Esteban Hinojosa, director general del Instituto de Cultura y Artes del Estado de Campeche, este premio es un voto de confianza que da el pueblo de México a los escritores de literatura infantil. Es como si este pueblo dijera que tu labor es importante, que tu trabajo vale la pena y que sigas dedicando tu esfuerzo, imaginación y talento a la creación de textos pensados para que los niños los lean”, recalcó Hinojosa.