Fernando Botero, el renombrado escultor y pintor, falleció en Montecarlo, Mónaco, a la edad de 91 años. Su partida se produjo después de enfrentar algunos problemas de salud en los últimos días de su vida. El talentoso artista dejó un legado artístico que trasciende fronteras y continúa cautivando a amantes del arte en todo el mundo.
De Colombia salió en 1961 con rumbo a la capital del mundo, Nueva York, donde vivió por 12 años, para luego mudarse a París. No obstante, de sus estudios preferidos fue en Pietrasana, Italia, donde será sepultado al lado de su esposa, y finalmente llegó a Mónaco donde el príncipe Rainiero le otorgó ‘de por vida’ un estudio para que trabajara ante el Mediterráneo.
“En cada casa tiene su estudio y lo primero que hace cuando llega es dejar las maletas y ponerse a trabajar para no interrumpir su flujo creativo”, dijo su hija, Lina Botero.