A las 7 de esta noche en el Centro de Formación de la Cooperación Española (CFCE) se presenta ‘Fragmentos’, de El Colegio del Cuerpo, bajo la dirección de Álvaro Restrepo y Marie France Delieuvin.
La danza contemporánea, que a lo largo de más de 25 años impulsa esta reconocida compañía, surgida en Cartagena y con sede en Pontezuela, ha explorado lenguajes entre dos mundos, y ha hecho propios no sólo la herencia de la danza contemporánea europea, también la danza japonesa, y el acervo cultural danzario que pervive en Cartagena, por parte de la herencia africana. Lea: El Colegio del Cuerpo, nominado al Premio Princesa de Asturias
Álvaro y Marie France son un par de artistas que diseñan con rigor y armonía la puesta en escena, en donde confluyen, además de la danza, los silencios vibrantes del cuerpo, la poesía de los gestos en la yema de los dedos y en la planta de los pies; el arte cifrado y sugerido en diversas formas más allá del color, en los objetos, en los elementos que eligen para el vestuario, en los talismanes que cobran en escena un protagonismo exuberante. He visto a lo largo de estas obras objetos de gran belleza para instantes de simbólica y expresiva ritualidad, como sillas, bastones, tocados de plumas, bordados, etc. Todo en función de la danza.
El cuerpo en escena desafía la gravedad y se eleva como halo de luz en la sombra. El solo nombre del Colegio del Cuerpo, le pareció al Premio Nobel de Literatura colombiano, un nombre poético, al asistir a la primera función. Lea: El Colegio del Cuerpo celebrará 25 años de arte y danza

El cuerpo es aquí la caja de resonancia de la magia y la imaginación, y el instrumento de exploración de la danza contemporánea que en Cartagena tiene un semillero de miles de niños y niñas, que la compañía convoca dentro de su pedagogía social y artística. El acto de esta noche es gratuito y cuenta con el apoyo de varios aliados que han comprendido la dimensión del arte en las comunidades, en la formación de nuevas audiencias y en el impulso de nuevos talentos.
El silencio es uno de los discretos y a veces incomprendidos protagonistas de alguna de estas obras. El silencio que emerge de las entrañas puede ser un alarido, una plegaria, una ofrenda. Un silencio capaz de devolvernos a la humedad remota y abismal en la que éramos mudos peces ciegos en el laberinto del universo, antes de que empezara la aventura del ser humano. Lea: ‘Botero 90 años’: un homenaje al maestro Fernando Botero
La danza nos evoca un universo donde el universo empieza y se eleva hacia otro misterio aún sin revelar, donde aún es posible delirar bajo la fiebre inusual de la belleza. El Colegio del Cuerpo lo ha logrado con la pasión incontenible del arte.