Robert de Niro, nació en Nueva York el 17 de agosto de 1943, cumple 80 años, acaba de ser padre, y opta, con toda probabilidad, ganar su tercer Óscar con la película de Martin Scorsese, ‘Los asesinos de la luna’. El aclamado actor tiene pendiente los estrenos cuatro largometrajes (‘Ezra’, ‘Tin Soldier’, ‘Wise Guys’ y ‘After Exile’) y tres series de televisión (‘Nada’, ‘Mr. Natural’ y ‘Zero Day’) para el 2024, tras su última producción, la comedia ‘Todo sobre mi padre’.
De Niro está lejos de retirarse de la pantalla grande, porque a sus 80 años todavía resalta su toque de distinción y la garantía que necesita cualquier director para lograr un “taquillazo”. Es el mismo Robert de Niro de ‘Toro salvaje’ (1980), ‘Taxi Driver’ (1976), ‘El padrino Parte II’ (1974), ‘New York, New York’ (1977), ‘El cazador’ (1978), ‘Érase una vez en América’ (1984)...
Antes del cambio de milenio, el joven que creció en el barrio de Greenwich Village, en Nueva York, de ascendencia irlandesa e italiana por parte de padre, y holandesa, inglesa, francesa y alemana por parte de la madre, ha rodado con los mejores directores de Hollywood, como lo es Scorsese. Y dichos directores han dirigido a uno de los actores más aclamados por el público, asediado por la calidad de sus producciones cinematográficas.
Una fama avalada por su trabajo: De Niro no ha sido nunca “simpático” con la prensa, ni ha contado “su vida personal” a los cuatro vientos. Buena prueba de ello fue su paso por el Festival de San Sebastián para recoger el Premio Donostia, aquel septiembre del año 2000, en la edición N.º 48, anunciado por un joven Javier Bardem - que, este 2023, recoge su propio Donostia-, quien agradeció hasta el infinito el ejemplo de De Niro. Lea aquí: Muere nieto del actor estadounidense Robert De Niro a los 19 años
“Gracias por habernos enseñado que el talento no es suficiente para ser un gran actor, sino que es una ingente cantidad de trabajo y disciplina, y que es fundamental el deseo y el compromiso con lo que hacemos”, aseguró el español.
Con media sonrisa tras la proyección del típico vídeo, y escuchando el desbordado aplauso de los asistentes, el actor, que hoy cumple 80 años, dijo: “No sabía que había hecho tantas películas. Es un honor estar aquí, su cálida acogida ha sido maravillosa”. Y se fue.
Fue gracias a Brian de Palma, quien lo descubrió para el celuloide y le hizo “muso” de sus primeras películas. Era un chico guapetón de chispeantes ojos negros y un inequívoco lunar en su mejilla, que dio a conocer su camaleónica capacidad de transformación.
Siempre comprometido con todos sus personajes, recordamos la famosa anécdota del rodaje “El Cabo del miedo”, Robert pagó a un dentista para que le estropeara la boca y le diera un aspecto temible y asqueroso a la vez. Cuando acabó el rodaje, se volvió a operar para arreglarse la dentadura. O en “Toro salvaje”, cuando ganó 27 kilos.
Pero la carrera de De Niro no siempre se ha visto eclipsada por sus papeles de psicópata, asesino, antihéroe y hasta de diablo, el neoyorquino también sabe hacer reír; sus tragicomedias hablan por sí solas: ‘El rey de la comedia’ (Scorsese, 1982), ‘Una terapia peligrosa’ (1999) y con ‘Los padres de ella’ (2000) y sus respectivas secuelas.
Durante su carrera artística combinó cine “indie” con grandes producciones y ha dirigido dos películas: “Una historia del Bronx”, en 1993, y “El buen pastor”, en 2006. Como productor, respaldó entre otros a Kenneth Branagh en “Frankestein de Mary Shelley” (1994).
Tras la trágica muerte de su único nieto Leandro por una mezcla letal de drogas a principios de julio, De Niro desveló que había sido padre por séptima vez, después de superar el cáncer de próstata diagnosticado en 2003. Lea aquí: Video: ¿Extraterrestres se pasean por Nueva York? Se viene película