Alien en el metro de New York. Foto: IG @_badkarma Por las icónicas calles de New York y por el caótico metro de la ciudad se paseó, lo que muchos consideran, un “alien”. El ser de color verde pistacho, sin pelo, pero con extremidades humanas fue la sensación de todos los que se lo cruzaban. No era para menos el escándalo que generó el extraño ser mientras se paseaba por la capital del mundo, las personas no olvidan las declaraciones que dio el pasado 26 de julio un exfuncionario de inteligencia de Estados Unidos que aseguró ante la comisión especializada de la Cámara de Representantes que el gobierno de su país posee “Objetos Voladores No Identificados (ovni) y restos de operadores no humanos, y señala a la organización de Joe Biden de mantener en secreto dichas pruebas”.Las declaraciones de David Grusch han sido defendidas por un gran grupo de personas que creen la teoría de que ‘no estamos solos’. Lea aquí: La nueva serie de Netflix que es furor entre los jóvenesCon una camiseta que decía ‘Love your Mother’ (Ama a tu madre), el extraterrestre saludaba a todo ser humano que se atravesara por su camino. Un alien muy alejado a la realidad, pues se trataba de un hombre con maquillaje de efecto especiales en promoción de una de las películas en taquilla estadounidenses. Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida de Karma (@_badkarma) Jules, la película, relata la vida de un extraterrestre que aterriza en el patio trasero de un hombre en su casa al oeste de Pensilvania y que desde la compasión y la simpleza de maravillarse desarrolla una conexión con el viejo hombre que lo encuentra. Algunos cinéfilos definen al verde alien como un “dulce y amable escape de verano”. Lea aquí: ¿Soltera? Cineasta danés de 67 años estaría buscando novia en redes La pieza cinematográfica del director Marc Turtletaub y protagonizada por Ben Kingsley y Jade Quon, ha tenido importante calificación ante los críticos y un 91% de respaldo por parte de la audiencia. ¿Será que veremos más ‘aliens’ recorrer diferentes partes del mundo, tal vez, en las murallas de nuestra Cartagena?