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Cultural

Papás que se prenden y apagan, una realidad sin cifras

Si bien el libro hace énfasis en un tipo de padres ausentes, la intermitencia también es válida desde la falta de atención aun cuando haya presencia física.

Papás que se prenden y apagan, una realidad sin cifras

La historia es contada por una niña que logra ver como su papá se ausenta y lo compara con la bombilla que prende y apaga. //FOTO: CORTESÍA ILUSTRACIÓN CARU GROSSI

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Es un problema general, pero de la misma forma poco abordado y si bien en algunos países como Argentina se le tiene en un contexto preciso en lo que a cifras se refiere, la solución está lejos y en contrapeso otras naciones no tocan el tema o lo minimizan.

Los padres ausentes son el pan de cada día en esta sociedad, no se les juzga; por su parte, las madres deben ejercer un papel doble y tampoco se habla de esa situación, aunque está claro que en todo esto los verdaderamente afectados son los hijos.

Dentro del trabajo investigativo que ha cumplido los últimos años, la periodista y escritora argentina Magela Demarco presentó “Un papá intermitente”, el libro que hizo junto a la ilustradora Caru Grossi, editado por La Brujita de Papel, que cumple la línea de sus otras publicaciones y que en buena medida se ha convertido en una guía desde las aulas de clase, consulta al psicólogo y la misma familia.

Este libro se escribió hace muchos años y ahora tuvimos que reajustar muchas cosas que fueron cambiando”.

Magela Demarco

La escritora se ha dedicado a investigar desde lo más cercano y ha logrado publicar que en su país, el 70% de los padres separados no cumple con la cuota alimentaria, cifra que contrasta con el abandono físico y emocional que padecen los menores en Colombia, donde el porcentaje es muy alto.

El tema de padres separados se aborda con mayor facilidad y aunque es inherente el dolor que lleva consigo, se intenta naturalizar; sin embargo, los papás ausentes o intermitentes, como lo registra el libro, “se prenden y apagan, aparecen y desaparecen”. (Lea aquí: “Un papá con delantal”, el libro que invita a reflexionar)

En el libro quien cuenta la historia es la amiga de “Marita”, la niña cuyo padre ausente le ha llevado a descubrir otras formas de suplir su añoranza y al decir que “prende y apaga”, la amiga lo imagina con cara de bombilla.

Es de anotar que el enfoque de la historia no está puesto en ese papá ausente, todo se centra en cómo hace Marita, la niña protagonista, para poder transitar esos momentos de tristeza, angustia e impotencia, y en su caso todo lo gestiona a través de arte.

e los infantes en este tipo de situaciones sufren la ausencia de su padre, y que si bien tienen mamá, no es precisamente el reemplazo de la figura paterna. De otra parte, se ha podido establecer que en muchos casos los niños y niñas suelen culparse, se sienten responsables de la partida del papá, hecho que también plantea en el libro tratando de explicar la inmadurez e irresponsabilidad del adulto en cuestión.

“En otras ocasiones, y buscando justificar el abandono, los niños y niñas llevan la culpabilidad a sus madres, haciendo una sumatoria de problemas que a diario surgen y en los que generalmente también se manifiesta la necesidad económica, aumentando notoriamente si se tiene más de un hijo”, advierte Magela.

Y aunque más de una voz en oposición se ha levantado, Demarco justifica su historia basada en los datos, porque si el 70% de los padres separados no paga su cuota alimentaria, es necesario agregar que la mayoría de los hogares monoparentales están a cargo de mujeres, lo que lleva la respuesta implícita.

Motivada por el interés que se puede suscitar en un lector niño o una madre que decida contactarla para informarle que le sirvió uno de sus libros, la periodista siente que está hecho su trabajo. “Una maestra me contactó diciéndome, este libro tendría que haberlo tenido 20 años antes, cuando mi papá un viernes me dijo que venía y nunca llegó”, afirma emocionada.

Ilustraciones dicientes

Las imágenes que acompañan esta historia fueron creadas por Caru Grossi, la ilustradora que logró dar vida a cada situación mediante su pincel. Comenta que este trabajo se llevó a cabo en el confinamiento por la pandemia e inicialmente se pensó el libro para Perú, por lo que debió inspirarse en la idiosincrasia de ese país y en el contexto emocional del momento que se estaba viviendo.

Ahora, cuando la normalidad está presente, entiende por qué todos los fondos del libro se mantienen en el ángulo de una habitación, dentro de casa, sencillamente no había un paisaje inspirador y de forma inconsciente llevó las escenas a ese plano.

“Fue un trabajo dinámico de ida y vuelta con Magela, ella se había imaginado el “papá bombilla” y así me lo hizo saber, a partir de allí hubo mucho intercambio de conceptos y en este libro nos abrimos a la posibilidad de mostrar lo que queríamos, esa visión amplió la presencia de razas y sus tonos de piel, un compromiso implícito para llegar a varios países”, agrega la artista.

En resumen, “Un papá intermitente” ha servido como herramienta en colegios, por lo que el contacto con madres y maestras es muy frecuente. Este libro hace parte de los cinco que ha escrito la periodista, bajo una temática definida.

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