La obra, inspirada por Rosita Mosquera, la musa de Orlando ‘Figurita’ Rivera, fue ganadora del último Salón de Pintores Costeños, organizado por la fundación ‘La Cueva’ en la década del 50. Hoy, es una de las pinturas más admiradas en el sitio donde opera la Fundación, su bar y restaurante desde hace 20 años.
Esta obra de Figurita fue intervenida por el diseñador y publicista, Hernán Gamarra, de la agencia Gama Creativos, para obtener como resultado una versión digital que actualiza, recrea y exalta una hermosa obra que ahora sirve de imagen central del XVII Carnaval Internacional de las Artes. Lea también: Un reinado desde la pedagogía cultural para salvaguardar las tradiciones
La fiesta de la reflexión celebra a ‘Figurita’ homenajeando su memoria, convirtiendo una de sus más celebradas pinturas en la imagen principal de esta edición.
Detalles de evento
La fiesta de la reflexión como espectáculo, este año se presenta en clave Caribe con importantes invitados de la ciudad, la región, el país y el Caribe internacional, desarrollando seis importantes ejes temáticos: periodismo y literatura, música, cine y audiovisuales, artes plásticas, danza y teatro e investigación y pensamiento. Un gran número de cultores para una fiesta de la creatividad y la inteligencia que por primera vez se extenderá por cinco días.
La XVII edición del Carnaval Internacional de las Artes tendrá lugar en la ciudad de Barranquilla del 19 al 23 de abril de 2023.
El recuerdo de un artista

Orlando ‘Figurita’ Rivera, fue bailarín, compositor, profesor, vitalista empedernido, nacido en Barranquilla en 1920, consagrado pintor de murales en burdeles y profesional de la locura, según el mismo Gabriel García Márquez, ‘Figurita’ Rivera, es el personaje a quien la Fundación La Cueva y el Carnaval Internacional de las Artes, rendirán merecido tributo escogiendo una de sus obras más celebradas como imagen central de la fiesta de la reflexión 2023.
Un personaje destacado del arte, vinculado a la esencia de la cultura popular y, al mismo tiempo, a las nuevas formas e ideas de la pintura moderna. Lea también: Jesús Díaz Corpas, el artista cartagenero del bolígrafo que llegó a Japón
Su obra continúa proyectando importancia y despertando interés a los visitantes de La Cueva que conocen las copias de tres de las mejores obras de su legado pictórico; una de ellas precisamente la que sirve de pretexto a este homenaje.
Cuenta la leyenda que, además de docente, juerguista, ‘mamador de gallo’ empedernido y ‘cazador’ de burdeles, Figurita tenía dotes de adivino y prestidigitador. Era un avezado amante y cultor del Carnaval de Barranquilla y su mote de Figurita se lo debe a aquella revista ilustrada llamada Figuras, que él mismo publicaba en la década del 40.
Hay quienes sostienen que Figurita predijo su propia muerte cuando un día le comentó a Vilá Fuenmayor, el dueño de La Cueva, que a él le gustaría morir un sábado de carnaval. Y así sucedió. Como si se tratara de una predicción sacada de uno de los libros de su amigo Gabito, lo real, lo extraño y lo incompresiblemente mágico, se conjugaron para que un sábado 27 de febrero del Carnaval de 1960, disfrazado de fémina, cayera desde la carroza El Tulipán Verde que la habían encargado para una reina internacional del carnaval. Lea también: Fallece Jean-François Fogel, periodista y maestro de la Fundación Gabo
Al culminar la Batalla de Flores, cuando iba de regreso a su casa de Baranoa, cayó contra el pavimento. Así moriría el afamado personaje que fue pintor, amigo de poetas, periodistas, políticos, gobernadores, y hasta de un futuro Nobel de literatura, que un día sorprendió a todos cuando contrajo matrimonio con la monja Sol Santamaría.
Detalles de la obra

El bello óleo de una mujer de ojos almendrados y soñadores, que luce una llamativa cayena roja en su oreja, y que aún habita en esa cueva de creadores, fue inspirada en Rosita Mosquera, amante y musa de Figurita, es la obra que obtuvo el primer puesto en el último Salón de Pintores Costeños que organizara La Cueva.
La cayena es la flor insigne de Barranquilla y, la denominación popular por la que se le ha designado el nombre de ‘flor del arrebatamacho’, proviene del cortejo que sucede en el baile de la cumbia, cuando las mujeres coquetean con sus parejos ondeando sus polleras y adornando sus cabellos con una bella flor barranquillera. Lea también: ¡Un éxito! primer Wuayaba Festival en El Educador cerró con broche de oro
Para su recreación, Gamarra utilizó el lenguaje del pop-art, popularizado por algunos de los más importantes artistas de los Estados Unidos en las décadas de los 50 y 60, destacando en su versión dos elementos sobresalientes de la obra original, la cayena que adorna la cabeza de la modelo y la sensualidad de su boca, logrando con ello un nuevo momento de la obra pero conservando intacto el poderoso aire nostálgico del personaje.