A sus 118 años de edad y 73 días, la hermana André, nacida bajo el nombre de Lucile Randon el 11 de noviembre de 1904, en Francia, habla y tiene la memoria intacta, aunque es parcialmente sorda y usa silla de ruedas, pero le gusta tener su mente activa.
Así lo demostró la religiosa en una entrevista tras conocerse la actualización de la organización Guinness World Records, en la que anunció que la mujer es ahora la persona más vieja del planeta, luego de la muerte de Kane Tanaka, la japonesa de 119 años de edad que tenía el título. Lea aquí: Muere Kane Tanaka, la persona más longeva del mundo.
Pero no solo eso, esta mujer ostenta dos récord adicionales: es la monja viva con mayor edad y la persona de mayor edad que haya sobrevivido al Covid-19 tras dar positivo en enero del 2021, sin síntomas ni efectos secundarios.
Para conocer más de fondo a la hermana André, le preguntaron cómo es su rutina diaria y cuál es el secreto para llegar a tan avanzada edad.
“Me levantan a las 7 de la mañana, me dan mi desayuno, luego me ponen en mi escritorio donde me mantengo ocupada con pequeñas cosas”, contó.
La misma organización precisó que la hermana “ha vivido una vida plena”, pues antes de convertirse en monja católica, en su juventud se dedicó a ser maestra e institutriz al cuidado de niños durante la Segunda Guerra Mundial. Después trabajó con niños huérfanos y ancianos en un hospital, en la región de Auvernia-Ródano-Alpes.
Pero lo que nunca falta en el día a día de la longeva es su copa de vino. “Es quizás el secreto de su longevidad”, dijo uno de sus cuidadores de la casa de retiro donde ha vivido André en los últimos 12 años.