Hace poco su amigo Enrique Luis ‘Quique’ Muñoz Vélez fue a visitarlo en su casa de convaleciente, luego de salir de la clínica, y lo percibió con la lucidez de siempre, tenía el vientre crecido, había perdido la voz y escuchaba poco. Al despedirse de él, vio delineada su sonrisa en la comisura de los labios intentando atrapar el semblante de hombre que llevaba la sonrisa a flor de alma, y con el corazón encogido por la pesadumbre tuvo el pálpito de que no volvería a levantarse y sería la última vez. Cuando se rastrea la vida de un músico como Michi Sarmiento (1938-2021), que vivió su infancia natal en Marialabaja, luego en Soplaviento, y finalmente en Cartagena, la paradoja de su ausencia es rebasada por su eterna presencia como músico dentro y fuera de nuestras fronteras. Su música queda viviendo más allá de su partida. Michi entró a la muerte el viernes 26 de noviembre a las 11:30 de la mañana en su casa del barrio Las Delicias, rodeado por el cariño de sus hijos, nietos y bisnietos. Enfrentó con supremo estoicismo el cáncer de estómago, con la serena y lúcida resignación de hombre noble, humilde, sabio y bueno, entró a la muerte. El amigo Numas Armando Gil Olivera dijo al llamar a Enrique Luis Muñoz: “El Micho con su música llenó de luz el mundo del Caribe”.
De estirpe musical, hijo del legendario músico Clímaco Sarmiento, fue su alumno desde muy niño, y más tarde, alumno de composición y arreglo del célebre maestro Adolfo Mejía, precisa Muñoz Vélez, quien ha asesorado innumerables tesis sobre el músico y sobre el desarrollo y evolución de la música de Cartagena. Michi empezó cantando en los burdeles y cabaret de Tesca y del Centro amurallado, fue el joven artista, casi un niño que cantaba en El Príncipe, Club Verde, el Ray Bar, el Big Fox, era el cantante solicitado en todos los bares y clubes populares, fue el cantante del cabaret El Bambú, de Plácido Camacho y Carlos Ceballos, el que administraba Peyín Castro, que era un salón de baile. “A ese salón de baile El Bambú iba mucha gente de la bohemia cartagenera y algunos cabrones de oficio prostibular”, dice ‘Quique’ Muñoz.
Irrumpió Michi en los años 50 y 60 con Michi Sarmiento y su Combo Bravo, con canciones que impusieron la música ancestral del Caribe, los porros y cumbias, pero también la salsa. Una canción que marcó una época entre los bailadores de salsa en el Caribe, su Cum Cumbelé, de Michi Sarmiento y su Combo Bravo. Michi fue pionero de la salsa en Cartagena y uno de los mejores de Colombia. Al evocarlo en esta tarde lluviosa, ‘Quique’ Muñoz reconoce que como pionero salsero supo transcribir la salsa neoyorquina, pero no abandonó en esa incursión las fuentes de la música ancestral heredadas de su padre, lo que Quique denomina “savias nutricias del folclor”. A propósito, Michi es autor de la canción ‘Antonia ven a recoger el arroz que pronto viene la pajarera’, que evoca sus vivencias campesinas en Marialabaja. Ese sendero lo recorrió y lo siguió Joe Arroyo. La música antillana y la música popular del Caribe fueron interpretadas y divulgadas por Michi en diversos escenarios de la vida nocturna de Cartagena.
Michi fue arreglista de ‘La rebelión’ y ‘Mi Mary’, de Joe Arroyo; músico de La Sonora Cordobesa, Pacho Galán, Rufo Garrido, Lisandro Meza, Alfredo Gutiérrez; fue cofundador de los Corraleros de Majagual. En 2012, en Londres, participó en la grabación del álbum ‘Ondatrópica’, que rescató algunas de sus canciones de los años 60, y en el que también participaron Ramayá Beltrán, Markitos Mikolta, Juan Carlos Puello ‘El Chongo’, Alfredito Linares y Wilson Viveros, y los jóvenes Nidia Góngora, Jorge Gaviria, Eblis Álvarez, Freddy Colorado y Mario Galeano. Lea además: “Michi Sarmiento estaba sufriendo”
Michi, quien fuera Lancero de la Independencia de Cartagena, vestía con atuendos africanos, porque se sabía hijo de la heredad afroamericana. La vida lo premió al alternar con el gran músico africano Manu Dibango, el legendario saxofonista, pianista, vibrafonista camerunés. La aldea natal de Michi fue uno de los reinos palenqueros, reino de cimarrones, precisa Quique, asiduo visitante de la casa de Walditrudis Sarmiento Ávila, hermana de Clímaco Sarmiento, y tía de Michi, quien vivía en el Pasaje Leclerc, y luego en la Calle de la Sierpe.