No existe día en la semana en que la reconocida folclorista cartagenera Cenelia Álcázar deje de agradecerle a la vida y a Dios por toda su trayectoria artística, y más hoy, cuando cumple 86 años con la satisfacción de haber logrado sus sueños: cantar, ser madre y abuela.
Según expresó la talentosa mujer, ese mismo Dios que la trajo al mundo le regaló una potente voz de contralto con la que interpreta música de boleros, y no solo para cantarle a los enamorados, también porque ese talento le ha dado de comer.
Cenelia nació en el barrio Torices, pero de un tiempo para acá vive en Crespo, donde goza de una vida tranquila junto al amor que le transmite su pequeña nieta, a quien cuidará mientras las fuerzas le hagan justicia.
Artistas, familiares, compañeros de trabajo y, en resumidas cuentas, miembros del gremio del folclor, celebrarán con ella sus largos años de vida de manera virtual, procurando así la distancia física que exigen los protocolos de bioseguridad para evitar el contagio del COVID-19.
Alcázar dejó en claro que por estos tiempos, al menos mientras que el virus deje de causar estragos, no asistirá a eventos musicales. Sus últimas dos presentaciones fueron el año pasado: una en el homenaje a la Radio Nacional de Colombia, al cantar en La Serrezuela en febrero, y la otra, cuando grabó el Himno de Cartagena con la sinfónica de Bolívar, donde cada uno unió sus voces desde casa el 1 de junio del año pasado.
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Sus inicios en el canto
Cenelia recuerda, además, sus inolvidables presentaciones desde que era muy joven. Inició cantando a los ocho años en la iglesia con su hermana. Era tanta su dulzura vocal que entonó una melodía en la iglesia San Pedro Claver, en presencia del letrado cartagenero Daniel Lemaitre: él llegó a saludar al coro y se sentó en las primeras bancas.
Más adelante, Alcázar se dio a conocer en diferentes presentaciones, por ejemplo, en el concurso ‘Orquídea de plata’, donde ocupó el primer lugar tras interpretar boleros. Y su paso a la fama local lo dio en la Orquesta Manuel Villanueva, agrupación donde hacía de voz principal, luciéndose en presentaciones constantes que se realizaban en el Club de Pesca, restaurante en las fortalezas de la isla de Manga.
Con esa misma agrupación, creada en 1968, pasó a entretener al público en el sitio ‘La Quemada’ durante dieciocho años. Cenelia rememora que los días más trabajosos sucedían cada Fin de Año, por ser una fecha muy concurrida en la ciudad, y además fue nutriendo su carrera artística realizando presentaciones independientes.
“La música siempre ha estado en mí, la heredé de mi abuelo, mi mamá y mis tíos, quienes se ponían a cantar en la terraza de nuestra antigua casa, en Torices”, subrayó.
Cenelia Alcázar es recordada principalmente por interpretar la canción de son cubano ‘Siboney’, que es con la que más se identifica. Otros covers que canta son: ‘Noches de Cartagena’, ‘Caribe soy’, ‘Son de Almendra’, ‘Finlanson’ y ‘Aguanilé’.
“El folclor es y será siempre nuestra identidad caribe. Admiro mucho el programa de Boris García (cantante cartagenero), porque va dedicado a nuestra cultura y costumbres. Muestra nuevos talentos de varios géneros, la cumbia, la champeta, entre otros, y me parece que todo esto es un gran ejemplo”, subrayó la novia de Cartagena, Cenelia Alcázar.