Ese día se cumpliría un sueño viejo, un sueño madurado por los años, por la perseverancia y por el talento. Ese martes, aquel hombre llegaría a Cartagena no solo como Manuel Vega Vásquez, sino como el Rey Profesional del Acordeón del 53° Festival de la Leyenda Vallenata. Como lo que había intentando ser desde los albores de la década de los noventa, entonces se convirtió en Rey Aficionado, después la gloria se convirtió en algo esquivo. Cuatro veces consecutivas en el segundo lugar de la categoría Profesional y otras tantas como tercero hubieran menguado la constancia de cualquiera, pero no la de Manuel.
“Este fue un Festival de la Leyenda Vallenata especial -decía Manuel, rodeado de su familia, amigos y admiradores-, lo fue lastimosamente por la pandemia, pero gracias a eso y a las redes sociales nos vieron en muchos países, miles de personas. Dios me estaba guardando este momento, para que quedara marcado en la historia. Tuve la fortuna, la oportunidad de que me vieran en muchos más países, la pandemia hizo que el Festival creciera, que se reinventara en esta oportunidad y que lo vieran más. Eso me llena de satisfacción: ser el primer rey virtual, el primer rey de Cartagena y el número 53 del Festival de la Leyenda Vallenata”.
Y sí, todos esos ojos fueron testigos del talento que Manuel no cultivó en ninguna universidad ni academia, sino en su casa, a fuerza de ensayar y ensayar de conocer a ese otro órgano, que no habita dentro de su cuerpo pero que siente tan suyo como su propio corazón... Ese pedazo de acordeón donde tiene el alma suya.
“Fue triste cuando comenzó la pandemia y cancelaron el Festival, pero mientras todo el mundo se relajaba, yo me quedé guardadito en mi casa, ensayando y ensayando, así que cuando dijeron ‘se va a hacer el festival virtual’ ¡ya yo estaba listo!”, gritaba y las personas a su alrededor aplaudían.
Para Manuel, este triunfo reafirma su constancia, pero también reafirma que Cartagena también es tierra de vallenato y que aquí hay talento.
“Nosotros tenemos que propender ahora para que les pongan la lupa a las nuevas figuras, porque sí las hay y muy buenas. Tengo el testimonio de alumnos míos que han sido ganadores en el Festival Cuna de Acordeón, es el caso de Alvarito Posso, Albeiro Aguilar, que han sido triunfadores; el caso de Brayan Adonay López... Ellos llegan aquí, a Cartagena, y nunca los han resaltado como se lo merecen”, añadía Manuel.
“Con este reconocimiento, quiero que en Cartagena se mire a los nuevos talentos también. Aquí hay muchachos que han hecho cosas importantes para el vallenato, muchachos a los que yo he orientado”, expresaba.
José María González Trujillo, más conocido como ‘Zorrillo de Colombia’, también es acordeonero y coincide con Manuel en ver este triunfo, más allá de la euforia del momento, como una “carta de presentación” o una ventana para mirar más el talento vallenato que se cultiva en la ciudad heroica. “Yo competí con Manuel Vega Vásquez en Valledupar -‘Zorrillo’ incluso llegó a las semifinales-y me siento feliz y orgulloso de su triunfo, porque esto es una oportunidad que nos abre caminos”, dice ‘Zorrillo’. Precisamente para esos talentos que comienzan a abrirse camino en el reñido mundo del acordeón, Manuel tiene un mensaje: “Que se visualicen, que vean como reyes, que sean preseverantes y tengan disciplina, así lo lograrán. Esta corona es el fruto de trabajo de muchos años de trabajo y de esfuerzo y hoy puedo decir que todo ha valido la pena”.
