Con el fallecimiento de Fernando Gaitán termina una época de más de 25 años de éxitos, con producciones que hacen parte de los más brillantes momentos de la historia de la televisión colombiana: ‘Café con aroma de mujer’ y ‘Yo soy Betty la fea’.
Durante las décadas de los setenta y ochenta, el auge del género de la telenovela era de México, Venezuela y Brasil. Por aquellos tiempos, las pocas telenovelas colombianas se realizaban casi totalmente en estudios de grabación y la apuesta televisiva era por las comedias, programas de entretenimiento y concursos.
Es a finales de los ochenta que Colombia empieza a buscar su propia identidad, lo que se vería años más tarde con producciones como ‘Escalona’ y ‘Momposina’, que se apoyaban en el ‘realismo mágico’ producto de la magia literaria de Gabriel García Márquez, y la nueva apuesta de la grabación de las producciones en exteriores, en lugares únicos como Mompox.
Es ahí donde Fernando Gaitán empezó a gestar su primer gran éxito televisivo, ‘Café con aroma de mujer’, una historia que se estrenó en el canal A por parte de la programadora RCN Televisión en 1994, con una novedosa fórmula, para aquel entonces, al ser una historia que se desarrollaba en las zonas cafeteras colombianas, pero también en escenarios urbanos de Bogotá.
Allí, el melodrama era una mezcla entre amores imposibles y conflictos empresariales, teniendo como gran telón de fondo, la producción cafetera, una de las grandes identidades del colombiano ante el mundo.
Fueron 169 capítulos que no sólo lograron altos índices de teleaudiencia, también seis premios Simón Bolívar, seis India Catalina, seis Tv y Novelas, así como seis Ace Awards, traducida a varios idiomas y vendida a 48 países de América, Europa, África y hasta el lejano oriente.
Fue el primer gran éxito internacional de la televisión colombiana, un hito que rompió muchos paradigmas y sin duda replanteó el estilo de género, donde Gaitán ya se aleja de la típica protagonista de telenovela sumisa y demasiado ingenua, para presentar a ‘Gaviota’, una mujer humilde, pero a la vez trabajadora, exitosa, fuerte y aspiracional.
“La primera oportunidad de trabajar con él fue en ‘Azúcar’, cuando los libretistas renunciaron y él asumió la responsabilidad. Además de crear grandes historias, personajes inolvidables, tenía un gran ojo para escoger los actores que sabía bien que podía engrandecer la historia. No sabría decir cuáles eran los ingredientes del éxito de Fernando Gaitán, lo cierto era que era pura magia”, comentó Alejandra Borrero, quien trabajó con él en distintas producciones, como ‘Café con aroma de mujer’.
UNA BUENA DOSIS DE HUMOR
Tras ‘Guajira’ y el descalabro de ‘Carolina Barrantes’, Fernando Gaitán volvió a rebelarse contra las tradicionales reglas del melodrama con la protagonista de ‘Yo soy Betty la fea’, considerada por el Guinnes Records como la telenovela más exitosa de todos los tiempos.
No es para menos, se emitió en 180 países, traducida a 25 idiomas, en donde deja de lado la protagonista con las características tradicionales de la belleza en occidente, para presentar a una mujer preparada intelectualmente, pero que no logra destacar al ser considerada fea.
Otro de los ingredientes del éxito de esta producción era el humor. Si bien desde finales de los años ochenta las producciones colombiana empezaron a coquetear con el humor en sus telenovelas, caso de ‘San Tropel’ y ‘Gallito Ramírez’, que tenían uno que otro personaje coloquial, con ‘Betty’, Gaitán se va de frente con el humor, donde toda situación puede generar comedia, por más triste que esta fuera. Para ello, contó con la dirección de Mario Ribero, quien formado en cine, conocía bien el género de la comedia.
Con ‘Café con aroma de mujer’, Colombia demostró que podía hacer telenovela tipo de exportación, con ‘Yo soy Betty la fea’ se consolidó y demostró todo el potencial naciente en esta industria del melodrama.
“Fue un referente muy importante, cuando yo ingresé a la televisión ya había tenido su éxito de ‘Café’, que nos abrió las puertas del mercado mundial a ser referentes de grandes contenidos. Rompió paradigmas, cuando uno entra a la televisión le pasaban un decálogo de la protagonista, virgen, bonita, y él la pone fea y completamente distinta a eso. Sin duda es uno de los grandes, junto a creadores de televisión como Bernardo Romero”, comentó Gustavo Bolívar, congresista con una larga trayectoria en la televisión colombiana.
Según personas cercanas a Fernando Gaitán, se encontraba trabajando en un nuevo proyecto televisivo, una telenovela. Lo que no se sabe, es qué tan avanzado tenía este proyecto.